El Poema Gilgamesh constituye el texto literario más antiguo de Oriente

Publicado el 04 mayo 2021 por Joseantortega

Gilgamesh es una epopeya sobre un individuo que fue monarca de la ciudad de Uruk (Mesopotamia) hacia el año 2750 a.C. El poema nos ha llegado fragmentado, no lo tenemos en su totalidad. Constituye el texto literario más antiguo de Oriente (En Occidente la Ilíada es la más antigua, 2 milenios después del Gilgamesh). La historia está escrita en tablillas de arcilla cocida, en cuneiforme.

Lea también:
¿Conoces el Libro de Enoc?¿Conoces las líneas de Nazca?

Dichas tablillas relatan las diversas hazañas de un monarca que era temido y respetado por todos, Gilgamesh. El héroe tiene naturaleza semidivina (su madre era una diosa -Ninsun- y del mortal rey Lugalbanda) por lo tanto era un individuo único. Nadie le podía hacer frente, por eso los dioses mandan a otro individuo para equilibrar la situación en el mundo: Enkidu. Estos dos personajes son los dos principales protagonistas de la epopeya. Su primer encuentro es violento, pero seguidamente forjan una gran amistad que los asocia inherentemente.

La epopeya de Gilgamesh tiene una línea narrativa estable, proporcionada por la virtud de Gilgamesh, que acompañado por su amigo alcanza todo lo que se propone. Durante el relato se enfrenta a todo tipo de peligros sobrenaturales, los vence por ser el más fuerte de todos los hombres, siempre con Enkidu al lado que le proporciona seguridad y firmeza.

La narración pierde su estabilidad cuando Enkidu cae enfermo, hasta que la muerte se lo lleva (Libro VII). La defunción de su compañero obliga a Gilgamesh a reconsiderar su vida. Ahora sin su querido amigo (Libro VIII) se dispone a encontrar la inmortalidad para no convertirse en arcilla como Enkidu. El hombre más poderoso del mundo se siente insignificante delante el reto de la muerte. La lucha del rey de Uruk contra lo exterior se convierte en una lucha interior para evadir el fatal destino.

El viaje de Gilgamesh al final de la obra da a luz la insaciabilidad del ser humano que todo lo tiene. Nuestro protagonista al tener todo lo mundano al alcance de su mano (leña del mejor sitio que se puede encontrar, desterrar el mal de la tierra o parar a los animales semidivinos que mandan de la bóveda celeste) se propone una meta completamente inaccesible para la mayoría de los simples mortales: la vida eterna ya mencionada. A pesar de que la tiene, la fatalidad de las circunstancias le recuerdan que por muy poderoso que sea, su hora llega como la de todo el mundo.

Una obra tan antigua como el Gilgamesh ha influido en toda la cultura occidental posterior. A saber, la idea del diluvio universal en la tradición judeocristiana (Gn 6-8) sin duda sale de la epopeya babilónica. Adaptada a su contexto, porque en el Gilgamesh (Libro XI) nos encontramos con un diluvio mucho más virulento que en el de la Biblia, aunque tiene varios paralelismo significativos como el de la paloma.

Encontramos el mal representado por una serpiente, que frustra las aspiraciones de inmortalidad del protagonista arrebatándole la planta de la vida eterna. Así mismo aparece el número siete como totalidad, como en la Biblia. Cabe destacar que hay muchas referencias numéricas metafóricas sobretodo las largas distancias que no se podían calcular tan exactamente en aquellos tiempos. El tempus fugit lo tenemos presente en prácticamente toda la narración.

A modo de conclusión, la leyenda de Gilgamesh es un texto que irradia tales valores como la amistad, el valor o la muerte. En todo el Oriente Antiguo fue famoso ya que se documentan fragmentos suyos en sitios tan distantes como el actual Iraq y Turquía.