Y la muerte inocente
Igual que el colibrí perdido en un bosque de pinos
Pendía sobre las cabezas de terciopelo de las putas
Jack, escribe sus versos con el bisturí
Practica su obra de arte:
Delicadas incisiones
En las virginales yugulares.
“Johann, El Estrangulador de Viena”:
―Su madre era una puta―
«¿Por qué las matas?», pregunta el fiscal del distrito:
―Limpio de oquedades la memoria.
En la cárcel, el delicado pájaro negro
Escribe poemas, cuentos y teatro.
Alguien abre la jaula
Y se declara al lobo inocente.
Pero la bestia no puede ser otra cosa que eso.
Once mujeres muertas,
Nueve ahocadas con cordones.
“Jack”, como le llamaban los americanos
Es condenado de nuevo.
Por la noche, repite el rito en la celda silenciosa
Del mismo modo que con las mujeres
Ata en torno al cuello su última y delgada corbata.
Al otro día hallan a Johann, el poeta,
Durmiendo con La Muerte, su querida amante.