Unos meses atrás hizo furor un pintalabios mágico marroquí que aparentaba ser de color verde pero que al aplicarlo cambiaba de color y se adaptaba a la tonalidad natural de tu labio. Se trataba, teóricamente, de un labial de origen marroquí hecho a base de ingredientes naturales como la henna y el aceite de argán que se vendía con el reclamo de tener siglos de historia y ser uno de los secretos de belleza mejor guardados de las mujeres árabes. En el otoño de 2014 fueron muchas las mujeres que sucumbieron al encanto de dicha “magia” (yo me libré…) e incluso celebrities de todos los sectores confesaron ser adictas, encumbrando este producto más todavía (Sara Carbonero en España fue una de sus usuarias y blogueras famosas e influyentes como Man Repeller también lo mostraron en sus redes sociales y blogs)
Sara Carbonero aplicándose el “pintalabios mágico”
Leandra Medine, blogger de Man Repeller, también habló de este producto en su famoso blog.
Yo no caí en esa moda porque no me fío de estas cosas… si bien es cierto que el uso de la heno como cosmética es habitual en medio mundo (sobretodo en el mundo árabe) y de hecho en Marruecos compro productos de este tipo), no me fiaba de un pintalabios “mágico” que no veía nada artesanal sino mas bien cutre… así que no le di más importancia y no le dediqué ni siquiera un post en este blog. Sin embargo, en marzo de 2015 el famoso pintalabios ha vuelto a estar en el candelero pero en esta ocasión para desvelar que efectivamente, como pensaba, es un timo y además, peligroso para la salud.
La OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) ha vuelto a hacer publico un estudio en el que en este caso desvela que este pintalabios no es mágico, no es marroquí y no está hecho con ingredientes naturales. No es que sea una gran defensora de la OCU, que me parece oportunista y poco fiable en los estudios que realiza (al menos en las listas o rankings de mejores cremas) pero creo que en esta ocasión ha puesto las cosas claras sobre un producto engañoso.
He tenido acceso al informe de la OCU (¡gracias Noelia!) que se basa en el pintalabios “mágico” de la marca Hare, que es el más popular de entre los que se encuentran en cientos de tiendas online y vendedores de eBay. La conclusión es que este pintalabios está fabricado en Taiwán y no cumple las legislaciones básicas del área de los cosméticos: no está etiquetado, no lleva lista de ingredientes, ni fecha de caducidad, ni datos del fabricante, entre otros despropósitos.
El factor “mágico” del cambio de color no se debe a la pigmentación de los labios sino a los colorantes que contiene, que son sintéticos y conocidos como bromoácidos. Estos colorantes varían su tono con cambios de pH drásticos, pero no con los cambios de pH de la piel, que son muy leves. En el pintalabios verde de Hare estos colorantes se encuentran en unas condiciones de escasa humedad y reaccionan con la humedad de la piel y el contacto del aire, dando un color rosa o rojizo. De hecho todos los pintalabios del mundo varían su acabado en función de la persona que los lleve, ¡eso no es magia! Y finalmente, respecto a la formulación, la OCU ha tenido acceso a la fórmula del pintalabios Hare y han confirmado que está hecho a base de una combinación de ceras y lanolina como otros productos labiales, pero no lleva ni rastro de aceite de argán ni de henna y además, el conservante utilizado es propilparaben, uno de los parabenos más discutidos.
¡La polémica vuelve a estar servida! Yo veía ya muy claro que este pintalabios no tenía nada de mágico y no me fiaba un pelo de su calidad y la OCU, en esta ocasión, sí me ha convencido. ¿Habíais sucumbido vosotras a la fiebre del pintalabios mágico? ¿qué os parece este informe de la OCU?
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