Escrito mano a mano por el matrimonio Sjöwall-Wahlöö (difícil de pronunciar-escribir, y de recordar, al menos para mí). Cuarta entrega de la serie protagonizada por Martin Beck. Unos años más tarde Stuart Rosenberg la llevará a la gran pantalla, con Walter Matthau en el papel principal. En España la titulan "San Francisco ciudad desnuda", y a mí no me suena de nada.
En las calles de Estocolmo la gente protesta por la intervención americana en Vietnam. Y a pocos metros de la multitud, aparece un autobús con ocho cadáveres y un herido, muertos a tiros. Pronto descubrirán que una de las víctimas es el detective Stenstrom. ¿Qué hacía allí? Nadie parece saberlo, ni sus compañeros, ni su chica. ¿Podrá aportar algo el único superviviente?
Se lee casi de un tirón, si tienes ese tiempo disponible, claro. Yo lo he hecho en varias tandas. Repleto de diálogos y de apellidos infernales. Me gustan los personajes, como los describen, como van recopilando pistas hasta llegar a la resolución del caso, sus vidas, sus relaciones entre colegas, con sus parejas. Ambientada en una Suecia que en la actualidad nos cuesta reconocer. Seguro que repetiré con estos autores.