Revista Opinión

El político psicopático / the psychopathic politician

Publicado el 22 febrero 2018 por Ydelgado

"... Decir que alguien padece de personalidad psicopática es hacer un diagnóstico del todo respetable, lo mismo que si dijéramos que tiene apendicitis o pie de atleta. El texto médico clásico sobre la personalidad psicopática es La máscara de la cordura, del doctor Hervey Cleckley, profesor clínico de psiquiatría del Medical College de Georgia, publicado en 1941. ¡Léanlo!

Hay gente que nace sorda o ciega o lo que sea... pues este libro trata de un tipo de seres humanos con la misma discapacidad congénita que los que actualmente han sumido este país y muchas otras partes del planeta en un desbarajuste total. Se trata de gente que ha nacido sin conciencia, y resulta que de pronto están tomando el control de todo.

Los psicopáticos son gente correcta y saben perfectamente el sufrimiento que sus actos pueden causar a los demás, pero les da lo mismo. Y si no les importa es precisamente porque están chalados. ¡Les falta un tornillo!

¿Qué otro síndrome si no puede describir mejor a todos esos ejecutivos de Enron, WorldCom y tantos otros, que se han enriquecido mientras arruinaban a sus empleados, a sus inversores y a su propio país y que siguen sintiéndose puros como la nieve, digan lo que digan los demás sobre ellos? Y además han declarado una guerra que está convirtiendo en multimillonarios a los millonarios y en billonarios a los multimillonarios, y controlan la televisión y financian a George Bush (y no porque esté en contra del matrimonio gay, precisamente).

Muchas de estas personalidades psicopáticas sin escrúpulos ocupan ahora puestos de importancia en nuestro gobierno federal, como si fueran líderes y no enfermos. Han tomado el control. Han tomado el control de la educación y de las comunicaciones, así que casi es lo mismo que estar en Polonia durante la ocupación.

Puede que a ellos les pareciera que llevar a nuestro país a una guerra interminable no era más que una medida resolutiva. De hecho, lo que ha permitido a tantas personalidades psicopáticas ascender a los puestos importantes de las grandes empresas, y ahora a los del gobierno, es que son muy resolutivas. Se han propuesto hacer algo cada puto día y eso no les asusta. A diferencia de la gente normal, a ellos nunca les asaltan las dudas, por el simple motivo de que les importa una mierda lo que pueda pasar. Carecen de esta capacidad. ¡Haced esto! ¡Haced lo otro! ¡Movilizad a las reservas! ¡Privatizad la educación pública! ¡Atacad Iraq! ¡Recortad la sanidad pública! ¡Pinchad todos los teléfonos! ¡Reducid los impuestos de los ricos! ¡Construid un escudo antimisiles de un billón de dólares! ¡A tomar por culo el habeas corpus y el Sierra Club y el In This Times, me cago en la leche!

En nuestra preciosa Constitución hay un fallo trágico, y no sé qué puede hacerse para arreglarlo. Es el siguiente: sólo los casos clínicos quieren ser presidente. Ocurría exactamente lo mismo en el instituto. Sólo los que estaban claramente desquiciados se presentaban a delegados de clase."

Kurt Vonnegut. "Un hombre sin patria"

Traducción: Daniel Cortés Coronas

"...To say somebody is a PP is to make a perfectly respectable diagnosis, like saying he or she has appendicitis or athlete's foot. The classic medical text on PPs is The Mask of Sanity by Dr. Hervey Cleckley, a clinical professor of psychiatry at the Medical College of Georgia, and published in 1941. Read it!

Some people are born deaf, some are born blind or whatever, and this book is about congenitally defective human beings of a sort that is making this whole country and many other parts of the planet go completely haywire nowadays. These were people born without consciences, and suddenly they are taking charge of everything.

PPs are presentable, they know full well the suffering their actions may cause others, but they do not care. They cannot care because they are nuts. They have a screw loose!

And what syndrome better describes so many executives at Enron and WorldCom and on and on, who have enriched themselves while ruining their employees and investors and country and who still feel as pure as the driven snow, no matter what anybody may say to or about them? And they are waging a war that is making billionaires out of millionaires, and trillionaires out of billionaires, and they own television, and they bankroll George Bush, and not because he's against gay marriage.

So many of these heartless PPs now hold big jobs in our federal government, as though they were leaders instead of sick. They have taken charge. They have taken charge. They have taken charge of communications and the schools, so we might as well be Poland under occupation.

They might have felt that taking our country into an endless war was simply something decisive to do. What has allowed so many PPs to rise so high in corporations, and now in government, is that they are so decisive. They are going to do something every fuckin' day and they are not afraid. Unlike normal people, they are never filled with doubts, for the simple reason that they don't give a fuck what happens next. Simply can't. Do this! Do that! Mobilize the reserves! Privatize the public schools! Attack Iraq! Cut health care! Tap everybody's telephone! Cut taxes on the rich! Build a trillion-dollar missile shield! Fuck habeas corpus and the Sierra Club and In These Times, and kiss my ass!

There is a tragic flaw in our precious Constitution, and I don't know what can be done to fix it. This is it: Only nut cases want to be president. This was true even in high school. Only clearly disturbed people ran for class president."

Kurt Vonnegut. "A Man Without a Country"

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