El Popeye que cuesta 28 millones de dólares

Publicado el 16 mayo 2014 por Javier Prado @javierpradob

El arte moderno para muchos carece de sentido artístico, al punto que dormir en una sala, alinear envases de dentífrico vacíos , o apilar sillas se ha convertido últimamente parte de exhibiciones de museos de arte contemporáneo, curadas convenientemente con sendas campañas de marketing, tanto obras como artistas del "reciclaje" están en lo mas encumbrado de las billeteras y de la mass media y de algunos medios especializados en dar gato por liebre.
En fin se podrá argüir que la composición, abstracción o conceptualización de la forma puede hacer que sus envase vacíos de "Ayudín" sea una obra cotizada como innovadora y ser vendida con un alto precio en el mercado de arte, pero para muchos aun sigue siendo la afirmación de que existe un arte de élite y otro popular. Y que el popular como los museos de arte contemporáneos "aguantan todo".
Dentro de estos artistas contemporáneos se eleva la figura del artista actual mas rico del mundo Jeff Koons conocido aparte por casarse con la famosa ex actriz porno y diputada Ilona Staller "Cicciolina", Koons acaba de vender vía subasta esta escultura de 'American Hero, Popeye'en nada menos que $28,1 millones el día de ayer en Sotheby, el comprador un empresario de casinos llamado Steve Wyn que por supuesto va a exhibirlo como el Popeye más caro de la historia.
La estatua que simula ser un globo metálico en su color y apariencia esta hecha de fierro y mide dos metros, y forma parte de toda serie de pinturas y esculturas dedicadas a Popeye, un personaje creado para el cómic por Elzie Crisler Segar. Por supuesto Koons se adelanta a definir al famoso marinero tuerto como el inicio y el final del arte pop.
Para algunos fue una decepción que solo alcanzara ese precio, pues obras anteriores de Koons han llegado a cotizarse en 58 millones, pero no solo el ha dedicado su trabajo a este icono aparecido en 1928 también artistas como Roy Lichtenstein y Andy Warhol hicieron suya la imagen.
En fin...