Un lugar destacado en el libro lo ocupa la relación del periodismo con la ciencia o mejor dicho el periodismo anticiencia y cómo fomentan los medios una interpretación equivocada de la ciencia entre el público general.
Así lo explica en un pasaje:
“Mi hipótesis básica es la siguiente: las personas que dirigen los medios de comunicación son titulados en áreas de humanidades con escasos conocimientos sobre ciencia, que, además, se enorgullecen de su ignorancia en la materia. En secreto, en lo más hondo de sus corazones, tal vez alberguen algún resentimiento por el hecho de haberse negado a sí mismos el acceso a los avances más significativos en la historia del pensamiento occidental de los últimos doscientos años…”
-Ben Goldacre, “Mala Ciencia”, pag. 245
No creo que este sea el motivo del periodismo anticiencia, al menos no el único: la falta de periodistas especializados, la necesidad de “noticias rápidas” y de ventas a un público amplio creo que son incluso más importantes.
Lo que sí comparto con el texto es esa corazonada que me dice que tras ese sentimiento de orgullosa ignorancia propio de posmodernos y relativistas se esconde un profundo y secreto resentimiento hacia la ciencia