«El pozo de la ascensión» (Nacidos de la bruma) de Brandon Sanderson | Reseña

Publicado el 17 mayo 2017 por Carmelo Carmelo Beltrán Martínez @CarBel1994
Leí la primera parte de Nacidos de la bruma en verano sin muchas pretensiones. Había escuchado que estaba bien, pero siempre pensé que se iba a quedar alejado de mis obras fantásticas predilectas. Qué equivocado estaba. El mundo de Sanderson es muy rico para no explorarlo en profundidad y ahora que he terminado la segunda parte, esta sensación se ha acrecentado.
Tengo que advertiros de que si no habéis leído la primera parte no sigáis con este post ya que es imposible hablar de la segunda entrega sin mencionar la previa. Así que si queréis saber más sobre el comienzo, os emplazo a la reseña publicada en su día al respecto.

Datos del libro


Título: El pozo de la ascensión (Nacidos de la bruma #2)Autor: Brandon SandersonEditorial: Ediciones BAño de publicación: 2012Número de páginas: 800ASIN: B00AR07H9A

Sinopsis


Durante mil años han caído las cenizas y nada florece. Durante mil años los skaa han sido esclavizados y viven sumidos en un miedo inevitable. Durante mil años el Lord Legislador reina con un poder absoluto gracias al terror, a sus poderes e inmortalidad. Le ayudan «obligadores» e «inquisidores», junto a la poderosa magia de la «alomancia». Pero los nobles a menudo han tenido trato sexual con jóvenes skaa y, aunque la ley lo prohíbe, algunos de sus bastardos han sobrevivido y heredado los poderes alománticos: son los «nacidos de la bruma» (mistborns). Ahora, Kelsier, el «superviviente», el único que ha logrado huir de los Pozos de Hathsin, ha encontrado a Vin, una pobre chica skaa con mucha suerte... Tal vez los dos, unidos a la rebelión que los skaa intentan desde hace mil años, logren cambiar el mundo y la atroz dominación del Lord Legislador.

Versión en vídeo




Opinión 



Han transcurrido dos años desde el sacrificio de Kelsier, quien se ha convertido en una especie de Dios para los skaa y Elend, como rey, y el resto de la banda se están dando cuenta de que tras la caída del Imperio Final y del Lord Legislador, la paz prometida por su antiguo líder se ha tornado caos, inestabilidad y demasiadas guerras, entre ellas, los dos ejércitos que marchan a conquistar su ciudad de Luthadel.
Si en la primera entrega de la saga Sanderson se centró durante muchas páginas en la explicación de su mundo y, sobre todo, de lo relacionado con la alomancia, en esta ocasión el protagonismo lo toman los personajes, sus motivaciones, deseos y sueños, de tal forma, que la novela irá de menos a masal, arrancando con un ritmo muy pausado en el que se nos narrarán las intrigas de la corte, la realidad de unos nobles que no quieren dejar de serlo y de unos skaa que tienen pánico de su libertad, hasta terminar con una segunda parte trepidante en la que no querremos dejar de leer.
A pesar de que en algunos momentos pudiera resultar tedioso el escaso ritmo que llevaba la obra, en la primera parte he disfrutado de ciertos aspectos que de haberse centrado sólo en una novela épica nunca hubiese hallado. Entre ellas destaco la fusión de la Iglesia y la corona para mantener el poder, el miedo a la democracia, las sesiones políticas. Quizás no fuese la parte más frenética del mundo, pero si lo lees con calma, entre respiración, se encuentran una serie de detalles muy interesantes.
Sin embargo, esta historia tiene un nombre propio: Vin. Si en la primera novela compartía el protagonismo con Kelsier, en esta deja al resto de los miembros de la sonada banda en la sombra, asumiendo todo el peso de la novela. Incluso Elend, cuyo peso se multiplica en esta secuela, tiene un rol secundario en comparación. Es el instante de Vin, su crecimiento como persona, el proceso interno de asumir que es la alomántica más poderosa del mundo y que muchos uqerrán aprovecharse de ella, la lucha por saber en quién confiar y saber cuál es la razón por la que actúa. Es la historia de la eterna pugna de una joven por saber quién es en realidad.
El pozo de la ascensión crece a su lado y nosotros con ella. No me cabe duda de que cuando pasen los años, Vin será la razón por la que se recordará esta saga y no por sus poderes, sino por la facilidad para identificarse con ella. Ni los poderes, ni la guerra, ni ninguna de las barreras entre el mundo plasmado y el real será suficiente muralla para que no queramos apoyar a Vin.
Es importante hacer una mención especial a Sazed. En la primera entrega pasa desapercibido hasta las páginas finales, sin embargo, en esta ocasión se muestra como pieza clave desde el inicio. Por fin quitamos su máscara de terrisano, de persona empeñada en cumplir una misión, y podemos encontrar el alma de un personaje cuya raza, circunstancias e historia le tiene atado sin permitirle hacer lo que realmente desea: cambiar el mundo. Y, por supuesto, también de Elend. Representa el viaje del idealista soñador a Rey, del iluso al realista. Contemplaremos en una posición especial su cambio, su maduración. Es uno de mis personajes favoritos de la saga.
En general, si tuviese que señalar algún elemento negativo en esta obra sería, sin duda, todos esos momentos en los que se ve una dependencia excesiva de Vin para con Elend. Entiendo que el autor con ello quería humanizarla, pero lo único que consigue en esos momentos es romper el aura creada en la historia.
Para concluir sólo quiero deciros que tardé menos de un minuto en terminar de leer y comprar la tercera parte por Amazon. Necesito saber más.
¿Vosotros habéis leído esta saga? ¿Qué os parece? ¿Qué me deparan las siguientes novelas?
Carmelo Beltrán@CarBel1994