Título: El pozo. Libro I de Arik.Autora: Pamela Pons SaezEditorial: Max Estrella, 2017Páginas: 474.
Sinopsis.
Después de veinte muertes, Eva se enfrenta a su última vida; su última oportunidad para morir bien. Está ansiosa por dejar atrás 458 años de absurda y atormentada existencia. Pero si vuelve a morir sola, una vez más, se verá condenada a una eternidad de sufrimiento.
Morir no es difícil para una persona que vive rodeada de diablos que intentan matarla; pero, por lo visto, sí lo es encontrar a alguien que esté a su lado cuando llegue el momento. ¿Por qué? ¿Por qué Eva ha nacido veintiuna veces y ha muerto sola en todas sus vidas?
El Pozo es la primera novela de la saga El Libro de Arik, una historia de fantasía, misterio y amor, en el que Eva relata las aventuras que la conducen a su última muerte.
Impresión personal.
Para morir, el mundo está lleno de unos diablos (kedhos) deformes que ella reconoce y que la reconocen en cuanto la ven, unos diablos a los que ella va eliminando con mayor o menor esfuerzo hasta que encuentre uno que consiga matarla. Ella espera estar acompañada en ese momento final para morir bien.
Hasta aquí la trama me ha resultado original, aunque a veces me recordaba algunos momentos de Los Inmortales, y me ha gustado bastante que su vida se desarrolle en Barcelona porque la ambientación por la ciudad, te resulta tan cercana que vives algunas escenas de forma muy directa. Pero lo cierto es que no he conseguido conectar nada con la protagonista. No porque sea egoísta e interesada, algo que comprendo totalmente cuando su objetivo es sólo morir cuanto antes y acompañada, sino porque para haber vivido 20 vidas diferentes en cinco siglos, me ha resultado de una inmadurez agotadora y estúpida. Tiene 20 años claro, pero después de tener más de 400 años a la espalda y haber pasado guerras, hambrunas, etc. no he entendido sus actos y expresiones como si fuera una adolescente corriente como sus compañeras. Por eso, me han sobrado muchos páginas en este libro, muchas historias de lo que le ocurre a Mila con sus amigas o con su novio, unas páginas que es posible que a una adolescente le gusten pero que a mi me han resultado sumamente pesadas e innecesarias.
El Pozo ha sido un libro que he leído con un sabor agridulce. Hay partes que me han enganchado totalmente y que me han permitido seguir avanzando hasta el final, que es la parte de fantasía más pura, y otra parte, la más humana de una pandilla de adolescentes, que me ha resultado muy tediosa, seguramente por mi edad, y que bajo mi punto de vista sobra porque eclipsa la parte más interesante de fantasía, que da suficiente juego a la historia.