El pp debería ser beatificado.

Publicado el 15 octubre 2016 por Torrens

Es totalmente inaceptable que haya tanto malintencionado en este país, que no paran de criticar, hablar, e incluso denunciar casos de corrupción nada menos que de miembros del PP, un partido honesto y eficaz si los hay, implicando además a Mariano Rajoy, el presidente que cualquier país civilizado, solvente y honesto querría tener.

El PP ha solucionado brillantemente los miles de gravísimos problemas causados por las hordas rojas de partidos marxistas camuflados como socialdemócratas y las muy peores hordas de partidos nacionalistas regionales, pueblerinos e ignorantes que tienen la absurda obsesión de romper España, pero han sido vencidos por el PP, el heredero directo de los grandes bastiones de la defensa de España como El Cid, Isabel la Católica, Felipe V y un gran general-isimo que, como el PP, ya libró a España de rojos y separatistas en 1936.

Pero sobre todo España le debe al PP el habernos salvado del horrible monstruo de la corrupción. Llevados de su inmensa honestidad y gracias a su acción decidida y contundente contra el gansterismo público y las mafias políticas, la corrupción va desapareciendo poco a poco de nuestra eficacísima y servicial Administración Pública, cuando la maneja el PP, y si la victoria sobre la corrupción tarda en llegar es porque en España hay muchos partidos políticos, de hecho todos menos el PP, que insisten en apoderarse del dinero de todos.

Precisamente todos los demás partidos hace años consiguieron romper la democracia destruyendo una de sus bases fundamentales: la separación de poderes, no sin que antes se librase una dura batalla del PP contra los demás partidos y los jueces corruptos a su servicio, pero a pesar que el PP consiguió inhabilitar a dos de los líderes de la corrupción judicial, un tal Baltasar Garzón y un tal Elpidio José Silva (que se había atrevido a encarcelar a uno de los más honestos colaboradores del PP en su lucha por salvar a España de delincuentes), finalmente los enemigos de España se alzaron con la victoria y se apropiaron de la Justicia, pero no se contentaron con destruir la democracia, lograron además obligar a expatriarse a Londres, donde hoy trabaja en una embajada, al que fue el paladín, defensor con todas sus fuerzas, de la honestidad judicial, del que la mejor demostración que puede darse de su incorruptible honestidad es que había sido ministro en uno de los impolutos gobiernos del PP, y como a tal dio brillante, honesta y justa solución a un accidente aéreo con sospecha de atentado contra el Ejercito de España en Turquía.

Desde que los enemigos de España se hicieron con la Justicia varios jueces han iniciado procedimientos por corrupción contra honestos miembros del PP, todos sin excepción basados en habladurías sin base real o referidos a siniestros personajes que aprovechándose de la bondad innata de los miembros del PP y bajo instrucciones de los enemigos de España se infiltraron en sus impecables finanzas de las que fueron expulsados en cuanto se descubrieron sus sucios manejos después que, debido a su bondad, Mariano Rajoy mandase varios mensajes avisándoles de la gravedad de sus acciones y sus consecuencias. A pesar que estos siniestros personajes hace ya muchísimos años que fueron expulsados, en diferido, del PP junto con todo el contenido de sus ordenadores, por anticipado, posiblemente los delitos que cometieron, con total y absoluto desconocimiento de cualquier mando del partido, ya deben haber prescrito, pero los enemigos de España han conseguido que lleguen al juzgado.

La decencia del PP es tan inmensa que no han tenido inconveniente alguno en reconocer que alguno de sus miembros más importantes han incurrido en casos de corrupción sumamente leve, pero incluso en estos casos demuestran su honestidad, apartándoles de manera inmediata de su cometido principal, y también su inteligencia porque les han recolocado en cargos donde caso de que cayesen en la tentación de repetir su ínfima irregularidad, su ridículo coste recaería en organizaciones internacionales en vez de afectar al contribuyente español.

El primer caso fue el de un ministro del PP que dejó por descuido una cartera con un considerable fajo de billetes en la terraza de un bar en Suiza, justo al lado de un banco y no se sabe como los billetes acabaron en el banco vecino donde uno de sus empleados informó del hallazgo. Cuando el ministro intentó explicar lo sucedido demostró que él era el primer sorprendido porque se trabó y su explicación no fue muy clara, pero con su presteza y eficacia habituales el partido aceptó su dimisión para al cabo de unas semana conseguirle  un nuevo cargo en el Banco Mundial, precisamente porque esa parecía ser su especialidad, no sin que antes no se ganase el puesto peleando con duros contrincantes, que a pesar de su dureza eran muy discretos porque nadie oyó nada en toda la capital. Una vez más los enemigos de España frustraron su nombramiento con falsedades y ahora está pendiente de recolocación.

El segundo caso es también el de una brillantísima ministra que por suerte para el país era la responsable de la Sanidad Pública cuando debido a graves errores de los demás se produjo el primer brote del virus Ebola en Europa, incomprensiblemente en España bajo la competente gestión del PP, pero la ministra salvó al país de una inmensa mortandad de manera eficaz, experta, y con tal contundencia que no le quedó más remedio que, con lágrimas en los ojos y con todo el dolor de su corazón, ordenar el sacrificio del perro de una enfermera infectada, a pesar de que muchos enemigos de España calificaron injustamente el hecho como soberana estupidez.

A pesar que parte del pueblo le debía la vida porque sin duda habrían sido infectados de no ser por su pericia, los de la anti España de siempre implicaron falsamente a su marido, también honesto miembro del PP, en varios de los casos que han conseguido que sean aceptados por la Justicia a sus órdenes, y como tan vil ataque no era suficiente se inventaron que ella había recibido una serie de regalos de muy alto precio, algo que no tenía base alguna porque no los necesitaba para nada y casi ni los utilizó, a lo que añadieron la incoherente falacia que también había sido obsequiada con los gastos de los cumpleaños de sus hijos cuando los que habían participado en los festejos se negaron a cobrar porque se lo habían pasado en grande. La pobre e inocente ministra se retiró voluntariamente de su cargo y estuvo varios meses desempleada, razón por la que recibió una ayuda humanitaria del Congreso de 53.500 €, que todos los españoles sabemos que es una cifra que solo permite vivir muy justamente a alguien como esta ministra. Finalmente, ante la gran tragedia de dicha ministra con hijos que alimentar, al PP no le ha quedado más remedio que concederle un empleo que aunque tiene algo que ver con los diputados del partido en la Eurocámara, le permitirá vivir en Madrid con sus hijos y con el desahogo que se merece, con una inteligente ventaja añadida: ahora podrá organizar los cumpleaños de sus hijos en Bruselas o Estrasburgo.

Para completar la descripción de la irreprochable actitud del PP ante la corrupción, sería injusto no mencionar que a pesar de lo malévolo de los ataques de los enemigos de España, cuando alguno de ellos se arrepiente y hace algo a favor de los salvadores de la patria recibe todo lo que merece. Muy recientemente una señora andaluza que pasaba por roja hizo algo ruidoso para asegurarse de que el PP continúe salvando a España y cuando no han transcurrido ni dos semanas desde entonces, y a pesar que el PP no es quien controla la Justicia, una juez ha sobreseído un asunto modesto pero engorroso para la señora andaluza relacionado con unos fondos para cursos de formación en paradero desconocido.

¡¡Dios mío!!, me ha salido el escrito político perfecto al más puro estilo PP. Es una lástima que ya no me da tiempo en esta vida, pero en la siguiente me dedico fijo a la política en un partido del mismo estilo PP. Claro que tendré que hacerlo en España o en un país similar porque en un país civilizado, serio y democrático me echarían a patadas.