El sacrificio ha valido la pena. El Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el político con más olfato del país, ha decidido que, al igual que con Abraham en el momento de sacrificar a su hijo porque Dios se lo dijo y este le paró a tiempo, era hora de darle un nuevo puesto de trabajo a la exministra Ana Mato y, para agradecerle todos sus servicios prestados a la Nación, subirle el sueldo, ya que la pobre cobra muy poco al mes.
El Partido Popular ha vuelto a poner a la exministra en bandeja de plata. Hoy Ana Mato será designada vicepresidenta de la Comisión de Cooperación al Desarrollo. Según palabras del Presidente del Congreso, Jesús Posada, este regalo de Navidad por adelantado es "adecuada" y "lógico". Aunque hace mucho tiempo que en este país la situación ni es adecuada ni lógica.
El Gobierno del Partido Popular no ha perdido el tiempo para que un nuevo español tenga un puesto de trabajo y acabe como vicepresidenta de una Comisión. Aún se espera que Mariano Rajoy haga un esfuerzo por los 4.512.000 desempleados que hay en España. El Presidente del Gobierno prometió en 2008 la creación de 2,2 millones de puestos de trabajo, aunque aumentó sus expectativas, ese olfato que nunca le falla, a 3,5 millones de empleos.
Ahora que estamos todos contentos, saquemos el confeti y celebrémoslo como nunca lo hayamos hechos. Tras esto nos iremos todos de viaje Eurodisney. Hay que celebrarlo por todo lo alto. No siempre se consigue un trabajo fijo y seguro en España. Felicidades Ana Mato, que lo cooperes de la misma manera que lo has hecho en tus anteriores trabajos, que ya sabemos todos como ha sido.