He aquí un buen ejemplo de una película que no es muy grande, ni excesivamente brillante y que sin embargo, por distintos motivos, puede llegar a atrapar al espectador. ‘El precio de la fama’ tiene una gran ventaja a su favor: la figura de Charles Chaplin. La historia narrada se inspira en el rocambolesco robo del ataúd del genial cineasta meses después de su fallecimiento —esto pasó realmente, por si alguien lo duda—, con el fin de conseguir un rescate por él.
Está bien, en primer lugar, dejemos los hechos reales a un lado. Lo de ir por ahí robando cadáveres con el fin de sacar algo de tajada, pues muy bien no es que esté. A partir de aquí, pensemos en que a pesar de inspirarse en un suceso real, es sólo una película, sin muchas más pretensiones que contar una historia que aborda diversos temas como la amistad, pobreza o la necesidad de seguir adelante sea como sea… No cabe duda, de que la sombra chaplinesca es alargada, pero ¿por qué no?
El director Xavier Beauvois, tiene la suficiente lucidez para ir agregando elementos y guiños del cine de Chaplin a una historia por lo demás bastante normal; gracias a ello, consigue dotar de emoción ciertos momentos de una historia a camino entre el drama y la comedia ligera. De alguna forma, el realizador hace unas cuantas ‘trampas’ para despertar esa sonrisa complaciente en el espectador que haya visto más de dos películas de Chaplin.
El ejemplo más claro de ello, sin entrar en spoilers, es el uso de, en mi opinión, una de las melodías más bellas jamás compuesta para una película: el tema principal de Candilejas, compuesto por el propio Chaplin. En vez de tocar la partitura tal cual, la introduce en ciertos pasajes de la banda sonora y claro, es de gran ayuda acompañar las imágenes que sean con una música tan brillante. Como este ejemplo hay varios; se podría dilapidar toda la película si se quisiera pero hay veces que quizás sea mejor dejarlo estar. A fin de cuentas, ‘El precio de la fama’ no pretende en ningún caso, convertirse en un clásico ni nada que se le parezca.
Creo que la evocación del cine de Chaplin me ha hecho ser un poco condescendiente con esta película, soy consciente de ello. Aunque por suerte, una película puede resultar muy agradable cuando las pretensiones no pasan de contar una historia sencilla sin muchos aspavientos. Quizás sea éste, el gran acierto de ‘El precio de la fama‘. A mí, al menos, me han dado unas enormes ganas de revisar la obra del genial Charles Chaplin.