Revista Empresa

El precio del alquiler ahoga estrategias offline en España.

Publicado el 04 febrero 2016 por Nortiz @nor7992
El precio del alquiler ahoga estrategias offline en España.
Tenia ganas de escribir sobre este tema y al leer una anécdota sobre un cliente que dejó un comentario en TripAdvisor de un restaurante en Inglaterra y la magnifica respuesta del gerente, me he decido al escribir unas líneas.

La anécdota

El precio del alquiler ahoga estrategias offline en España.Una persona en Yorkshire, se reunió con algunos amigos en el Bistro Café Bennett y pidió un té con limón. Cuando llegó la cuenta se dio cuenta que le estaban cobrando alrededor de 2,6€ por la bebida escribió el comentario que podéis ver en la imagen adjunta: “Caro y con un personal muy grosero. Este lugar es absolutamente horrible. Fui a tomar el té de la tarde con unos amigos, no lo trajeron al mismo tiempo que el pastel y las bebidas de mis amigos, me cobraron casi 3€ por un agua caliente y una delgada rodaja de limón. Cuando pregunté por qué me cobraban tanto por un poco de agua me respondieron: ‘¿No sabes cuánto cuesta el limón?’. Sí, y definitivamente no cuesta 3€. Espantoso lugar, que definitivamente no recomiendo, y el camarero tan grosero que me atendió debería ser despedido. No volveré y les diré a mis amigos y familia que no vayan”.
El precio del alquiler ahoga estrategias offline en España.Esta fue la respuesta del gerente, que se hizo viral en Internet:“Lamento que usted se haya sentido maltratada y trataré de explicarle por qué no lo fue. Usted entró al café y el camarero le mostró su asiento, le dio un menú, esperó un momento y luego tomó su pedido. Recogió una taza, un plato y una cuchara y los llevó a la cocina. Allí seleccionó un cuchillo, una tabla de cortar y tomó un limón del refrigerador, cortó un trozo y se lo puso en la taza. Luego regresó al comedor, agregó el agua caliente necesaria y llevó la taza a su mesa. Cuando se iba, imprimió su cuenta, se la llevó, procesó su pago con tarjeta de crédito y cobró en la caja. Después de que usted se fue, levantaron su taza, plato y cuchara; los llevó a la cocina, se lavaron y secaron, junto con la tabla de cortar y el cuchillo, y pusieron aparte el limón. Entonces, de regreso al comedor, se vuelve a apilar la taza, plato y cuchara, se limpia su mesa y se sustituye el menú a la espera del próximo cliente. Eso es al menos entre 2 y 3 minutos de trabajo para el camarero. El costo de los gastos generales de la empresa, es decir, el alquiler, impuestos, los costes de electricidad, gastos bancarios, etc., alcanzan los 39€ por hora. Yo le pago a mis empleados un salario digno y decente, después de tener en cuenta vacaciones, IRPF, tiempos no productivos antes de la apertura y después del cierre; el camarero que le sirvió me cuesta 18€ dólares la hora. Por lo tanto, en conjunto, el coste es de 57€ a la hora o 0,95€ el minuto, lo que significa que el costo de proporcionarle a usted de 2 a 3 minutos un servicio es de 2,85€ añada el 21% de IVA y el coste de esa taza de infusión se sitúa entre 2,8€ y 3€, independientemente de si se le pone una bolsita de té, o una rodaja de limón con costes ínfimos. Tengo que pagar a mis proveedores, de otro modo las instalaciones no estarían a disposición de otras personas para que los utilizaran en el futuro. Acepto que esto hace que el precio de una taza de té en un café del centro de la ciudad sea caro, comparado con el que usted se hace en casa; pero por desgracia esa es la cruel realidad de la vida. Y en realidad las instalaciones cuestan dinero; mucho más que los ingredientes. Tal vez la mala educación que percibe en nosotros fue provocada por la falta de respeto que yo percibí en usted por su presunción de que podría utilizar nuestras instalaciones y ser atendida de forma gratuita”.

Las instalaciones cuestan mucho dinero.

Creo que el consumidor desconoce la dimensión de cuanto repercute el precio de los alquileres, la energía etc. en los productos que compra en las tiendas.
Centrémonos en los lugares más caros de España, por poner un ejemplo de máximos. La calle comercial donde se paga más caro el m2 es en Puerta del Ángel en Barcelona, donde se desembolsan mínimo unos 3.240 euros mensuales, por cada m2 de tienda, es decir, un local de unos 400 m2 sale al mes por 1.280.000€ o 15.360.000€ al año. Solo para pagar esta renta, una tienda situada en una zona similar debe de ganar (que no facturar) al día unos 50.000€. Precios igualmente disparatados tiene la calle Preciados en Madrid. Les siguen de cerca Paseo de Gracia en Barcelona, Serrano, Gran Vía y José Ortega y Gasset en Madrid. 
Luego están los costes de electricidad que pueden rondar los 12€/m2 (en una tienda de 400m2 unos 72.000 € año), sumemos costes de personal (por encima del 1.000.000 al año), impuestos tasas, mantenimiento etc. y estamos en cifras cercanas a los 18.000.000€/año. 
Por eso un simple té, cuesta 3€ en algunos cafés, un bocadillo en un aeropuerto 12€ o una simple camiseta de algodón 20€, cuando todos sabemos que los costes de producción de muchos de estos productos son ridículos, si se comparan con el precio de venta final.
El consumidor debe recordar que de esos 20€ que paga por la camiseta de algodón “el casero" quizás se lleva el 50%” simplemente porque heredó el inmueble adecuado en el sitio adecuado. Y su único esfuerzo es tener todos los meses una cuenta bancaria disponible donde recibir la transferencia. El otro 50% se gana con mucho esfuerzo, tesón, inversión y riesgo. Tan atractivo es el negocio del casero rentista que hasta Amancio Ortega ha sucumbido a sus encantos.
Indudablemente el futuro del retail es omnicanal, ni online ni ni offline, pero desde luego la estrategia offline debe de pasar por racionalizar el coste de alquiler de los locales.
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