El predio en un documental que cumple la interesantísima función de dejarnos más preguntas que respuestas. ¿Qué es lo que se puede hacer para convertir a la ESMA en un lugar de memoria? ¿Cómo hacer para que la sociedad entera entre a la ESMA y se entere de lo que allí pasó? ¿Cómo puede ese lugar de memoria tener una función social y pedagógica? ¿Hay que mantenerlo intacto? ¿Cualquier tipo de modificación es negativa? La puerta de la ESMA ya no está cerrada, está abierta para que todos/as podamos entrar, conocer y pensar qué queremos. Sin embargo, es difícil después de tantos años en los que la sociedad pasó por la puerta sin mirar hacia adentro, transformar esa dinámica. La película indaga sobre qué hacer y sobre cómo llevarlo a la práctica.Se trata de una sucesión de planos largos, con una muy buena fotografía. Casi no hay ningún diálogo, tampoco hay una voz en off que nos diga qué es lo que tenemos que pensar. Tal vez no esté pensada para un público masivo, ni mucho menos. Pero tiene la gran virtud de, a los interesados en estos temas, hacernos pensar respecto a qué hacer con estos espacios en donde se llevó a cabo un plan sistemático de secuestro, tortura, asesinato y desaparición de personas. Ahora esos espacios ya no son de los militares, entonces surgen las preguntas sobre cómo hacer de ellos "lugares de memoria". ¿Debemos mantenerlos intactos? ¿Transformarlos generando allí algo distinto más relacionado con la vida que con la muerte? Jonathan Perel no nos da respuestas, sólo nos da las imágenes que nos permiten pensar en estos temas. Resulta difícil saber si esas imágenes están puestas con una intensión crítica o no. Seguramente el punto de vista crítico esté en cada uno de los espectadores. Pero lo más interesante es que, sin darnos respuestas, este film nos abre un mundo de preguntas, dudas y reflexiones.Muy necesaria.Dirección y guión: Jonathan PerelFunciones: Martes 13 a las 18 hs. en Cine Hoyts Abasto y Miércoles 14 a las 13.45 en Cine Hoyts Abasto, en el marco del BAFICI.
El predio en un documental que cumple la interesantísima función de dejarnos más preguntas que respuestas. ¿Qué es lo que se puede hacer para convertir a la ESMA en un lugar de memoria? ¿Cómo hacer para que la sociedad entera entre a la ESMA y se entere de lo que allí pasó? ¿Cómo puede ese lugar de memoria tener una función social y pedagógica? ¿Hay que mantenerlo intacto? ¿Cualquier tipo de modificación es negativa? La puerta de la ESMA ya no está cerrada, está abierta para que todos/as podamos entrar, conocer y pensar qué queremos. Sin embargo, es difícil después de tantos años en los que la sociedad pasó por la puerta sin mirar hacia adentro, transformar esa dinámica. La película indaga sobre qué hacer y sobre cómo llevarlo a la práctica.Se trata de una sucesión de planos largos, con una muy buena fotografía. Casi no hay ningún diálogo, tampoco hay una voz en off que nos diga qué es lo que tenemos que pensar. Tal vez no esté pensada para un público masivo, ni mucho menos. Pero tiene la gran virtud de, a los interesados en estos temas, hacernos pensar respecto a qué hacer con estos espacios en donde se llevó a cabo un plan sistemático de secuestro, tortura, asesinato y desaparición de personas. Ahora esos espacios ya no son de los militares, entonces surgen las preguntas sobre cómo hacer de ellos "lugares de memoria". ¿Debemos mantenerlos intactos? ¿Transformarlos generando allí algo distinto más relacionado con la vida que con la muerte? Jonathan Perel no nos da respuestas, sólo nos da las imágenes que nos permiten pensar en estos temas. Resulta difícil saber si esas imágenes están puestas con una intensión crítica o no. Seguramente el punto de vista crítico esté en cada uno de los espectadores. Pero lo más interesante es que, sin darnos respuestas, este film nos abre un mundo de preguntas, dudas y reflexiones.Muy necesaria.Dirección y guión: Jonathan PerelFunciones: Martes 13 a las 18 hs. en Cine Hoyts Abasto y Miércoles 14 a las 13.45 en Cine Hoyts Abasto, en el marco del BAFICI.