¿Está el Premio Cervantes en peligro? Supongo que no llegará la sangre al río y que, de momento, solo es un retraso más, por aquello del gobierno en funciones y la no aprobación de presupuestos, pero la verdad es que el Ministerio de Cultura y el Ministerio de Hacienda hace ya unos años que andan bastante a la greña. Claro, que puede ser normal, el de Cultura pensando en gastar y el de Hacienda pensando en recaudar…
El premio Cervantes en peligro
El Premio Cervantes en peligro… ¿o no?
El Cervantes es el galardón más importante de las letras españolas en el mundo, o eso dicen. Está dotado con 125.000 euros. Pero de momento algo pasa porque los miembros del jurado que estaba previsto que se reunieran entre este mes de octubre y el próximo noviembre, han recibido una carta de la Secretaría de Estado de Cultura en la que quedan suspendidas las citas hasta nueva orden.
Textualmente: «Por causas ajenas a nuestra voluntad, nos vemos obligados a aplazar la reunión del jurado del Premio Nacional de Literatura en la modalidad de Narrativa, prevista para el día 18 de octubre. Este aplazamiento se debe a la Orden de Cierre de Ejercicio de 16 de julio de 2016 que impide la ejecución de los gastos no comprometidos con anterioridad al 20 de julio». «En el caso de los Premios Nacionales, se está tramitando con el Ministerio de Hacienda la elevación al Consejo de Ministros de un acuerdo que exceptúe esa norma para poder comprometer el gasto de los premios de la Secretaría de Estado de Cultura. Hasta que no se produzca esta aprobación, no es posible fallar ningún premio».Como digo, Cultura y Hacienda no se llevan bien; recortes, subidas de IVA, sin novedades de la ley de mecenazgo, etc.
En el Ministerio de Cultura dicen que el dinero está pero que no se puede disponer de él porque se encuentra bloqueado.
En Hacienda dicen que hay otras prioridades y que otros ministerios han hecho sus deberes a tiempo y el de Cultura no lo ha hecho. Pero así y todo, aseguran que se desbloquearán los importes destinados a los premios.
Quizá todo sea un pulso entre ambos ministerios.
Ramón Cerdá