La misma Sardá que se unirá una vez más al FiSahara, para cuya celebración sólo resta una semana. Sardá contribuirá con su granito de arena, como ha venido haciendo los últimos años, para que durante una semana el mundo de la cultura y el cine pose su mirada en el Sáhara. Así, tal vez, esa política internacional en la que los jóvenes saharauis han perdido la fe, no tendrá más remedio que, al menos, avergonzarse por su apatía, por su insensata tolerancia hacia los crímines que comete Marruecos día tras día.
La misma Sardá que se unirá una vez más al FiSahara, para cuya celebración sólo resta una semana. Sardá contribuirá con su granito de arena, como ha venido haciendo los últimos años, para que durante una semana el mundo de la cultura y el cine pose su mirada en el Sáhara. Así, tal vez, esa política internacional en la que los jóvenes saharauis han perdido la fe, no tendrá más remedio que, al menos, avergonzarse por su apatía, por su insensata tolerancia hacia los crímines que comete Marruecos día tras día.