Fuente: Reuters y otras Agencias. Las autoridades francesas han abierto una investigación tras la desaparición del presidente de la Interpol, el chino Hongwei Meng, Director de la Organización Internacional de Policía Criminal, con sede en Francia, desde 2016. Meng viajó a China el pasado 29 de septiembre y desde entonces está desaparecido. Ha sido su esposa la que ha informado de la desaparición a las autoridades francesas.
Interpol ha pedido por vías judiciales una clarificación a las autoridades chinas sobre el estatus del presidente de Interpol, según ha explicado el secretario general del organismo policial europeo, Juergen Stock. “El secretario general de Interpol espera una respuesta oficial de las autoridades chinas a nuestra preocupaciones sobre el bienestar del presidente”, afirma Stock en un comunicado. Francia decidió este viernes investigar la desaparición de Meng Hongwei, de origen chino, tras su llegada a su país natal a finales de septiembre, momento en el que según la prensa de China fue retenido por las autoridades. El rastro de Meng se perdió el pasado 29 de septiembre, cuando embarcó en un avión con destino a su país, y su familia no tiene noticias desde entonces de su paradero. La policía francesa ha abierto una investigación, mientras la prensa de Hong Kong ha desvelado que este antiguo miembro del Gobierno chino estaba siendo investigado en su país y puede haber sido víctima de una purga interna del régimen. Su esposa, que permanece con sus hijos en Lyon, la ciudad francesa donde tiene su sede Interpol, dejó transcurrir unos días durante los que crecía su inquietud por la ausencia de noticias de su marido. El jueves por la noche su mujer acudió a la policía francesa, que tras tomarle declaración en una comisaría, abrió una investigación por desaparición inquietante, según confirmaron fuentes próximas al caso, y las pesquisas están a cargo de la dirección interregional de la Policía Judicial de Lyon. Por su parte, el Ministerio de Interior francés compartió en un comunicado su “preocupación” por la desaparición de Meng, así como por las amenazas que ha recibido su esposa, y señaló que ha puesto a disposición de la familia un “dispositivo policial adaptado” para garantizar su seguridad.
Por el momento, los agentes franceses han podido determinar que Meng, de 64 años, tomó el avión que iba a llevarle a China. El diario South China Morning Post asegura que Meng es objeto de una investigación en China y fue arrestado por los servicios disciplinarios del Partido Comunista A partir de ahí, se pierde la pista del alto funcionario. La familia no ha vuelto a tener contacto con él. Según el diario South China Morning Post, de Hong Kong, Meng es objeto de una investigación en China y fue arrestado por los servicios disciplinarios del Partido Comunista nada más poner pie en el país. El rotativo tampoco ofrece más pistas sobre los posibles motivos por los que este exmiembro del Gobierno, considerado un peso pesado del Partido Comunista Chino, estaría siendo investigado, ni sobre cuál es su paradero actual. Medios franceses han hecho notar que en noviembre pasado el líder del país, Xi Jinping, puso al frente de los servicios de seguridad del país a Zhao Kezhi y lanzó una purga de altos cargos procedentes de los aparatos de sus predecesores, Hu Jintao y Jiang Zemin.
Meng era vicesecretario de Seguridad de su país cuando en noviembre de 2016 fue elegido para cuatro años presidente de Interpol en sustitución de la francesa Mireille Ballestrazzi, un cargo eminentemente honorífico, pero que aun así levantó ampollas entre organizaciones defensoras de los derechos humanos. Consideraron que Pekín había movido bien sus peones para situar a un hombre suyo en la cúspide de una organización que, denuncian, el régimen utiliza para acosar y perseguir a sus opositores, en particular en el extranjero. Human Rights Watch consideró que China se sirve de la organización policial internacional para intimidar y detener a familiares de disidentes, y por eso le pidió una atención particular para evitar injerencias del presidente Meng. Algo similar denunció Amnistía Internacional en el momento de su nombramiento. En el seno de la organización se restó importancia entonces a la nacionalidad del presidente y se subrayó que el mando operativo recae en el secretario general. Además, se hizo hincapié en que los estatutos de Interpol -que tiene 192 países miembros- asientan el principio la neutralidad política de sus actuaciones, como queda registrado en el artículo 3.