Estas declaraciones que se han extendido por las redacciones de todas las agencias como la pólvora, unidas a la rebaja del crecimiento de Alemanía estimada hoy en un 0,3% en vez del anterior 0,8% han hecho que cunda el pánico y el desconcierto en todos los mercados y especialmente en el sector bancario.
Si hay algo que sienta mal a los inversores es la incertidumbre y los dirigentes europeos no están contribuyendo a la calma con sus constantes contradicciones.