El presidente del Parlament balear, Gabriel Le Senne (Vox), ha vuelto a expulsar del pleno a diputadas socialistas. Se ha repetido el enfrentamiento que por la misma causa se produjo el 18 de junio, cuando Le Senne rompió la imagen de Aurora Picornell y las hermanas Antonia y María Pascual que Garrido lucía en la solapa de su ordenador portátil. Ahora fueron Mercedes Garrido y Pilar Costa por vestir, en la mesa de la cámara, camisetas con retratos de las tres republicanas asesinadas en 1937. Ocurrió el pasado martes, al inicio del debate de una enmienda a la totalidad de la derogación de la Ley de Memoria Democrática, repitiendo el enfrentamiento que por la misma causa se produjo el 18 de junio.
Le Senne fue en esta ocasión más comedido, argumentado que la exhibición de imágenes de las tres mujeres asesinadas por falangistas vulneraba la obligación de neutralidad de la mesa del Parlament, mientras que la izquierda replicaba que ningún artículo del reglamento amparaba su decisión y que la imagen de víctimas de la represión no puede ser considerada tendenciosa ni indecorosa. “Si cometo un delito, aceptaré encantado la condena”, replicó el presidente del Parlament cuando se le advirtió de las posibles consecuencias judiciales de su decisión.
Todos los diputados de la izquierda abandonaron el pleno en protesta por la expulsión, que fue instada por la portavoz de Vox, Manuela Cañadas, y motivó una suspensión temporal de la sesión para que Le Senne escuchase los puntos de vista de los representantes de los grupos.
Tras este parón, el president comunicó su decisión e instó a las diputadas a abandonar sus puestos de vicepresidenta y secretaria segundas y seguir el pleno desde sus escaños, donde a su juicio no vulneraban la neutralidad con las camisetas. Le Senne indicó que, aunque ningún artículo aludía expresamente a una situación como esta, deducía su postura “de la interpretación del reglamento…Es un criterio que pueden compartir o no, pero les pido que lo respeten”, subrayó antes de realizar las tres llamadas al orden que, en caso de desobediencia, eran preceptivamente causa de expulsión.
Ante la advertencia del portavoz de Més per Mallorca, Lluís Apesteguia, de que debía actuar con prudencia para no violar los derechos de las diputadas respecto a un tema que está pendiente de pronunciamiento del Tribunal Constitucional, Le Senne se reafirmó en su decisión, señalando que, si el alto tribunal le contradecía, ya actuaría en consecuencia.
El portavoz del PSOE, Iago Negueruela, acusó al presidente de hacer una interpretación arbitraria del reglamento de acuerdo al punto de vista parcial de Vox, y la diputada de Podemos, Cristina Gómez, señaló que la misma presencia de Le Senne en la mesa podría considerarse contraria a la neutralidad porque estaba imputado por delito de odio.