El primer anticonceptivo de la historia

Publicado el 13 diciembre 2016 por Carlosgu82

Iba esta tarde de camino al trabajo, andando, cuando me he puesto a buscar en Internet algún programa de radio para escuchar mientras llegaba a mi destino. Y, buscando en el móvil me he encontrado con un programa sobre la antigua civilización egipcia. Sin embargo, me ha llamado la atención porque el tema no trataba sobre la típica explicación de faraones y pirámides, si no que se centraba en cómo vivía la población en cuanto al sexo y el lujo se refiere.

Y mientras escuchaba atentamente el relato del narrador, hablando de las orgías, que sobre todo los faraones montaban muy a menudo, de los harenes de los faraones, algunos de los cuales llegó a tener 1.000 mujeres a la vez o de sus hijos que en ocasiones se podían contar en decenas. Comentando el lujo con el que estos faraones vivían, rodeados de oro. Ha aparecido el tema de las prostitutas en la ciudades, que según los estudios parece ser que resultaban muy numerosas y habituales en las urbes egipcias, y es que cabe recordar que según la leyenda, la prostitución es el oficio más antiguo que se conoce del ser humano. Pues bien, uno de los principales problemas de la prostitutas resultaba el poder quedar embarazada, y con el fin de que eso no ocurriese, desarrollaron un anticonceptivo natural, que se convirtió en el primer anticonceptivo de la historia. Ese anticonceptivo consistía en una mezcla de estiércol de cocodrilo y leche agria, la cual era introducida en la vagina de la mujer. Esta mezcla provocaba la muerte de los espermatozoides y evitaba, de esta forma, el embarazo. Estudios recientes han comprobado que este sistema, aunque no al 100%, funcionaba.

Como veis, el ingenio y la imaginación, para con el sexo ha sido, es y será infinita. Para muchos esto resultará asqueroso y desagradable, hoy en día los métodos anticonceptivos no se parecen en nada, por suerte, y existe una amplia gama al respecto, pero a mi me gustaría centrarme en lo avanzado de la ciencia egipcia, en relación al control de la natalidad y el embarazo. Para llegar a esas conclusiones tenían que conocer muy bien como funcionaba el proceso de fecundación de un ser humano, algo que en el año 3000 a.C. parece un imposible.