"El primer anuncio" no fue el primero

Por Jgorostiza

Wid's Year Book, 1920

El 8 de julio de 2011 publiqué en este blog una entrada titulada «El primer anuncio» con este principio: «Hace unos meses encontré en el anuario Motion Picture Studio Directory, editado en EE. UU. en 1921, el que podría ser el primer anuncio de un director artístico, y escribo "podría ser", porque es el primero que he encontrado, pero puede haber otros anteriores». Este anuncio era publicidad de Albert Béla Viragh-Flower, un profesional sobre el que volví a escribir ese mismo año otra entrada, contando el estúpido accidente que provocó su fallecimiento, y después, ya en 2018, mencionando otro anuncio, esta vez de la película Empty Arms, cuyos espacios creó Viragh-Flower. 
Volviendo al primer anuncio, tal como se indica en el título, efectivamente no es el primero.Hace unos meses se ha digitalizado otro anuario, el Wid's Year Book, de 1920, y en él se publicó el anuncio a toda página, --que está a la izquierda--, del propio Viragh-Flower, por lo que apareció un año antes del mencionado en 2011, el que había supuesto que podría ser el primero. Pero además en este mismo anuario de 1920 aparece otro anuncio a toda página, con la imagen de cuerpo entero del orondo director artístico Charles Osborn Seessel, y también hay otros de media página cada uno y sin ilustraciones, de los siguientes escenógrafos cinematográficos: Francis E. Champury, Ben Carre, L. J. Vermilyea, Frank D. Ormston, Fred Gabourie, Charles H. Kyson --que además era arquitecto-- y Milton Menasco. Debo confesar que sólo conocía al gran Ben Carré, que trabajó durante cuarenta años creando espacios espectaculares. Por lo tanto, ni siquiera Viragh-Flower, que a sus treinta y tres años, ya había descubierto el poder de la auto publicidad, fue el primer director artístico que publicó un anuncio, aunque sí es verdad que el de 1920 es el más atractivo de todos los que aparecen en ese anuario, y el siguiente, uno de los primeros en que se pueden ver fotografías de espacios que el escenógrafo había creado para el cine.Esta entrada podría acabar aquí, contradiciendo en parte a lo escrito en 2011 y sabiendo que Viragh-Flower no fue el primero, pero no se habría respondido a la pregunta, si otro escenógrafo había publicado su propia publicidad antes, por eso he tenido que seguir buscando en otras ediciones.Un inciso, hay que tener en cuenta que entonces se seguía denominando «art director» al director de la película y «technical director» al director de fotografía, por lo que las búsquedas son complicadas..

Motion Picture Studio Directory, 1916

Efectivamente, en uno de los cuatro anuncios que hay en una página del Motion Picture Studio Directory, editado en 1916, aparece una fotografía --adjuntada a la izquierda-- de Robert A. Brunton con el texto: «Art Director. Thomas H. Ince Studio». Esta misma ilustración y su texto, se publicaron en ese anuario el año siguiente.No son estos dos los únicos anuncios anteriores a 1920. En el Wid's Year Book de 1918, aparece uno de media página de Harold Perceval, indicando que trabaja en las producciones de Thomas H. Ince --ese año Brunton ya era productor y trabajaba para Paralta Plays, Inc.-- y mencionando dos películas Vivé la France! (1918) y False Faces (estrenada en 1919), en realidad el anunciante se llamaba G. Harold Percival, en dos años creó los espacios de 36 películas --un récord-- y falleció a finales de 1918, pocos meses después de que se publicase su anuncio.En ese mismo anuario, pero del año siguiente, 1919, se publica uno de media página con dos nombres, el director artístico Fred Shaeffer, junto con la productora Katherine MacDonald, añadiendo «Varios años con Belasco. Revisen mis decorados en las producciones de la Srta. MacDonald». Shaeffer fue gerente de varios cines, pero todavía no he encontrado que trabajase como director artístico, quizás quería comenzar a desempeñar esa labor y se estaba dando a conocer, gracias a la gran popularidad de la estrella MacDonald.Por último, hay que decir que esta entrada es un ejemplo de problemas surgidos en las investigaciones y cómo hay que evitar a toda costa el uso de la palabra primero, si no se está completamente seguro --algo muy difícil-- de que es cierta.