El dinosaurio se llama Laquintasaura venezuelae, y perteneció a los dinosaurios con cadera de ave, donde se incluyen animales como el Stegosaurus y el Iguanodon.
Los fósiles fueron cuatro, descubiertos en la Formación de Quintana, ubicada en los Andes venezolanos. El tamaño de este animal era similar al de un perro, con un metro de longitud, y caminaba sobre sus dos patas traseras.
Al haberse hallado cuatro fósiles de esta especie juntos, los paleontólogos han llegado a la conclusión de que estos dinosaurios vivían en grupo, es decir, en sociedades organizadas. Se ha deducido que era herbívoro, pero la forma de alguno de sus dientes, hace indicar que incluía en su dieta pequeños insectos.
Un descubrimiento que, al igual que otros, demuestra que todavía el mundo de los reptiles gigantes sigue siendo un auténtico misterio.