El baloncesto europeo ha crecido a la sombra de algunos de los míticos gigantes de la antigua URSS. En la época de la Guerra Fría donde había muy poco conocimiento de lo que pasaba más allá del muro del Berlín, empezaron a surgir los grandes pivots soviéticos siendo uno de ellos el primer gigante dominador del baloncesto europeo.
Parecía que los criaban en algún laboratorio de Siberia ya que empezaron a aparecer varios jugadores por encima de los 2.20 cm, lo cual para el resto de paises europeos parecían unas alturas imposibles de alcanzar.
Antes de los míticos Sizonenko, Tkachenko o Arvydas Sabonis hubo un pivot de origen letón que sobrepasó los 2.20 cm que dominó el baloncesto Europeo.
Aquel gran pivot fue Janis Krumins, el hombre al que un joven Alexander Gomelsky le enseño a jugar al baloncesto para posteriormente convertirse en el jugador más determinante del basket europeo.
Krumins medía 2.21 cm pero a pesar de ello tenía un cuerpo fuerte y proporcionado para el cual su altura se convirtió en una ventaja en vez de en una remora.
El dominio del primer gigante del baloncesto le llevó liderar al equipo que se hizo de forma consecutiva con las tres primeras Copas de Europa de baloncesto.
El ASK Riga entrenado por Gomelsky ganó las tres primeras Copas de Europa con un papel determinante de Janis Krumins.
El letón logró ser tres veces seguidas el máximo anotador de las finales promediando 24 puntos por partido lo que muestra de forma inequívoca el rol de jugador dominante de Krumins.
En aquella época sus 2.21 cm se convirtieron en imparables para el resto de mortales.
Además de las tres copas de Europa a nivel de club, Krumins sumó en su palmares 3 platas olímpicas con la URSS y otras tres medallas de oro con el equipo soviético.
Probablemente Janis Krumins fue el primer gran pivot del baloncesto europeo.