David Cameron se ha congratulado, es decir, ha manifestado la alegría y satisfacción que le produce el suceso feliz de la visita de Estado de Benedicto XVI al Reino Unido.
Lo dice en la declaración en inglés que puede verse sobre estas líneas, y también puede leerse en las líneas que siguen, escritas por el primer ministro británico y publicadas en castellano en el diario ABC:
(...) Ha habido numerosos comentarios exagerados en el sentido de que el Papa visitará un estado mayoritariamente laico. No concuerdo con esta visión, y existen muchas pruebas en las encuestas y la asistencia a eventos religiosos que lo contradicen. Sea como sea, creo que esos comentarios pierden la perspectiva.
La visita del Papa tiene que ser bien recibida no sólo por los católicos del Reino Unido, o por los creyentes en general, sino por todos los que valoramos las contribuciones de los credos religiosos a nuestra sociedad, y por quienes comprenden que la fe es un don que se debe abrazar, no un problema que se tenga que superar.
Quizás no siempre estemos de acuerdo con la Santa Sede, pero eso no debe impedirnos reconocer que el mensaje general de ésta puede ayudar a plantearnos preguntas sobre nuestra sociedad y la forma en que nos tratamos nosotros mismos y a los demás. (...)
Quizá haya gente que prefiera destacar el "quizá no siempre estemos de acuerdo", y de ahí enarbolar unas u otras cuestiones y ocurrencias.
Personalmente, entiendo que resulta de enorme valor apreciar que un primer ministro británico diga que "valora la fe como un don, y no como un problema a superar".
Por algún sector del ámbito público de la sociedad -y mejor si es por boca de un primer ministro, como en este caso- tiene que salir a la palestra el sentir mayoritario de la ciudadanía.
[Acualización: En este sentido, puede verse la irónica anotación de Internet Política, Formas extrañas de mostrar indiferencia.]
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