El primer Oscar femenino, Janet Gaynor (1906-1984)

Por Sandra @sandraferrerv
Cuando el cine sonoro irrumpió con fuerza en el Hollywood de los años 20 fueron muchos los actores y actrices del cine mudo que no consiguieron adaptarse a los nuevos tiempos. Solamente algunos pocos supieron ser tan buenos artistas hablando y aprendiendo largos guiones. Entre ellos, encontramos a Janet Gaynor, una actriz del cine mudo que no sólo se adaptó a la perfección al sonoro sino que lo hizo entrando por la puerta grande y convirtiéndose en la primera mujer en la historia en recibir un Óscar de la Academia. Janet empezó desde abajo pero siempre teniendo claro que su camino debía dirigirse hacia el séptimo arte. Con su trabajo y su talento ante las cámaras conquistó los dorados años del cine.

De la tienda de zapatos a los focos de Hollywood Laura Augusta Gainor nació el 6 de octubre de 1906 en Filadelfia, Pensilvania. Su infancia la pasó en San Francisco donde sus padres se trasladaron siendo ella una niña. Cuando en 1923 terminó el instituto, Laura decidió marchar a Los Angeles a cumplir su sueño de convertirse en actriz. Los inicios fueron duros pero Laura no se rindió. Aquellos primeros tiempos, la joven sobrevivió trabajando en una zapatería mientras participaba de extra en algunas películas sin recibir ninguna remuneración a cambio. En 1926 llegaría su primera gran oportunidad al ser elegida como una de las WAMPAS Baby Stars y protagonizar su primera película, Johnstown Flood. Los productores pronto se fijaron en ella y los años siguientes protagonizó varios films, entre ellos los que la conducirían a lo más alto de la meca del cine. Una actriz de Oscar En la edición de los Premios Oscar del año 1929 por trabajos como El séptimo cielo, El ángel de la calle y Amanecer, pues en aquellos primeros tiempos de la academia cinematográfica se premiaba por el conjunto de trabajos realizados y no tanto por un papel en concreto. Ese mismo año, la actriz convertida en Janet Gaynor, se casaba por primera vez con Jesse Lydell Peck, un matrimonio que duraría escasos cuatro años. Los avances en el mundo del cine pronto dejaron atrás el cine mudo e introdujeron el sonido más allá de la música de fondo. Los actores debieron entonces adaptarse sin descanso a los nuevos tiempos. Ya no valía con gesticular bien, ahora debían tener una buena voz, saber transmitir sentimientos con el tono vocal y aprenderse largos guiones. En aquellos años treinta de transición y revolución en Hollywood, no todos los actores y actrices supieron adaptarse como Janet Gaynor a la nueva situación.


Janet continuó trabajando para la Fox y posteriormente para la Twentieth Century Fox en muchas películas de éxito. En 1937 volvió a ser nominada para los Oscars por Ha nacido una estrella, aunque en esta ocasión no consiguió la preciada estatuilla. Cuando dos años después se casaba por segunda vez con el diseñador de la MGM Gilbert Adrian, dejó de actuar por un tiempo para dedicarse a su papel de esposa y madre de un niño nacido en 1940. Su matrimonio duró veinte años, hasta la muerte de Gilbert en 1959. De actriz a pintora Janet Gaynor continuó participando en distintas películas y series de televisión hasta 1981. En 1964 se casaría por tercera vez con el productor Paul Gregory con el que vivió hasta su muerte.

En aquellos últimos años de su vida, Janet dejó de lado los focos para dedicarse a su otra pasión artística, la pintura. Sus óleos recibieron una buena acogida y en 1977 se organizó una exposición con su obra en Nueva York. Janet Gaynor falleció el 14 de septiembre de 1984 a consecuencia de las complicaciones que arrastró desde que dos años antes sufriera un terrible accidente de tráfico. Sus restos descansan en el cementerio de Hollywood junto a su segundo marido.