Edward de Raaf, conde de Swartingham, necesita con urgencia un secretario que ponga orden en sus caóticas finanzas. El problema es que, con su carácter, espanta a todos los candidatos. Para Anna Wren el puesto es la solución a sus problemas, después de enviudar de un marido infiel y quedarse en la ruina.
La atracción entre ambos personajes queda patente desde el primer momento, aunque Edward no parece muy dispuesto a dejarse llevar por ella. Cuando Anna descubre que el conde es habitual de un conocido burdel de Londres, decide poner en marcha una pequeña mascarada. Porque en el juego de la seducción, no existen reglas…
Paperback, 352 pages/Published June 2nd 2008 by Urano (first published 2006) series Princes #1/Nota 4
El administrador de Ravenhill Abbey, Felix Hopple necesita desesperadamente encontrar otro secretario, tras la dimisión del último secretario del Conde de Swartingham, tarea algo complicada dado el carácter tan “peculiar “del conde. Desde que falleció el marido de Anna, tanto ella como su suegra y una chica a la que acogieron viven una vida algo precaria, por ello decide buscar un trabajo. Tras un día de búsqueda infructuosa, sus pasos se cruzan con los del administrador de Ravenhill, a partir de ese momento se convertirá en la nueva secretaría del temperamental noble. Tras el primer y desafortunado encuentro entre Edward de Raaf y Anna Wren, ambos se dan cuenta que ninguno de los dos presenta el mínimo interés físico, el uno para el otro. Sin embargo poco a poco algo cambia entre los dos, pese a que ningún representa el ideal de belleza que suelen buscar en el sexo contrario. Para evitar caer en la tentación, puesto que Anna es una viuda respetable, Edward decide visitar una casa del placer para “deshacerse” de esa tentación que se cierne sobre ellos a cada momento. Anna al enterarse de eso, idea un plan, aun sin saber muy bien cuál es el propósito de ese plan, para ello tendrá que acudir a la casa del placer, y gracias a la providencia contará con la ayuda de una antigua trabajadora de la casa. La cuestión es, si Anna logrará dejar de lado sus pensamientos románticos para poder seducir al rudo conde de Swartingham.
Diré que no conocía nada de esta escritora antes de toparme con este libro, lo curioso del argumento es que por primera vez los personajes principales son lo opuesto a lo que por norma estamos acostumbrados, es decir, no son atractivos, no sienten una irrefrenable atracción el uno por el otro desde el principio. La curiosidad de este libro es que todo va poco a poco, cierto es que puede pecar de adolecer bastante, pero como si de un puzzle se tratara las piezas van encajando poco a poco, haciendo que los personajes sientan una irremediable atracción el uno por el otro por todas esas características que a fin de cuentas hacen que una persona sea interesante, a pesar de no ser guapo o guapa. Es un libro curioso, se sabe en qué época se centra el argumento, pero apenas hay descripciones, deja entrever el pensamiento de la gente de la época, pasa muy por encima por la forma de vestir, etc. Luego, los personajes, son bastante atípicos, no por sus caracteres, mas bien, por su aspecto físico. El ritmo del libro, como antes comenté, es bastante lento, pero en este caso, eso es una cualidad interesante, puesto que hace que todo vaya a su ritmo, que la historia sea más creíble, aunque algunas veces haya demasiadas páginas que no aporten nada a la historia, haciendo que se pierda un poco la chispa.
Es un libro recomendable por la frescura y lo atípicos que son los personajes, con diálogos mordaces, la pena es que en ocasiones es demasiado lento, pero no todo es perfecto, aun así creo que es bueno darle la oportunidad y que luego cada uno decida, después de todo, cada persona es un mundo.