El príncipe de la montaña – Crítica de “Hermanos del viento” (2015)

Publicado el 29 junio 2017 por Manuzapata @vivazapatanet

El título puede llevar a equívoco. Al igual que en El último mohicano de James Fenimore Cooper, donde la lectura de la novela o el visionado de su adaptación desvelaba la verdadera razón de ser por la que se nombraba así al relato, la mejor manera de salir de dudas es sumergirse en esta fábula acerca de las, a veces, intrincadas relaciones paternofiliales, e incluso las fraternales, narrada a través de las vivencias y convivencias entre humanos y bestias.

El tono de la historia nos remite de manera absolutamente consciente al cuento; esa ficción que reúne a unos pocos personajes y que de forma sencilla y directa alude tanto al espectador adulto como al niño para culminar, no sin haber dado un ligero requiebro a lo absolutamente evidente, con esa moraleja que reconforta al público y lo manda a casa con una sonrisa en su rostro.

Érase una vez un guardabosques, un cazador, el hijo de éste, enfrentado a su progenitor, y un aguilucho huérfano de padre al que su hermano ha echado del nido al poco de nacer y del que mamá águila se desentiende para dedicarse al que quedó en el hogar. La voz del guardabosques nos acerca a aquel príncipe de la montaña, destronado y abandonado a su suerte, del que el niño, que no pronuncia palabra ante ningún individuo de su especie, se hace cargo por su cuenta y riesgo.

El cordobés Gerardo Olivares, afamado documentalista que firma esta película conjuntamente con el austriaco Otmar Penker, aporta su bagaje filmando la vida salvaje en su hábitat natural obteniendo espectaculares imágenes que nos retrotraen a la fascinación que nos produjo El hombre y la tierra del añorado Félix Rodríguez de la Fuente. El capricho de la distribución cinematográfica ha hecho que la cinta, a pesar de estar rodada con anterioridad, llegue a nuestras pantallas un año después que El faro de las orcas, en la que Olivares pudo desarrollar en profundidad las aristas más afiladas de un argumento que, en el marco de un entorno agreste y extremo, hablaba, al igual que aquí, de la orfandad y de las tragedias que marcan a unos seres que se convierten en compañeros de viaje para ayudarse mutuamente a sanar sus heridas.

Colocando Entrelobos por delante de estas dos, obtenemos una trilogía en la que la relación hombre-animal destaca por encima de todo. Aquella, que se acercaba más a El pequeño salvaje de Truffaut, resultaba mucho más adulta que Hermanos del viento, cuyo referente podríamos hallarlo en la animación de Cómo entrenar a tu dragón. De manera que nos encontramos ante un hermoso trabajo acerca del amor a la naturaleza y a sus criaturas canalizado como terapia y contado con tono amable que, a pesar de los lugares comunes que transita y de la aparente simplicidad, transmite de manera agradable una sensación de interés que puede llevar, acertadamente, a quienes quieran explorar lugares más oscuros y complejos dentro de la misma temática a revisar la excelente El faro de las orcas.

Copyright del artículo © Manu Zapata Flamarique. Reservados todos los derechos.

Copyright imágenes  ©  Terra Mater Factual Studios. Cortesía de Wanda Visión. Reservados todos los derechos.

Hermanos del viento

Dirección: Otmar Penker y Gerardo Olivares

Guión: Joanne Reay, a partir de una idea de Ottmar Penker y Gerald Salmina

Intérpretes: Jean Reno, Manuel Camacho, Tobias Moretti

Fotografía: Óscar Durán y Otmar Penker

Duración: 98 min.

Austria-España, 2015

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