“No existe nada intrínsecamente esencial a la tierra y por ende a la raza humana. Nuestro lugar y estado terrestre es mediocre y como resultado no debemos asumir que somos de una u otra forma privilegiados”
El principio de mediocridad arriba enunciado viene a indicar en un sentido estrictamente científico que ser los únicos seres vivos es extremadamente improbable, y extremadamente es decir poco. Se origina en el principio postulado por Copérnico hace ya mas de 400 años de que la Tierra no es el centro del universo (Grandísimo Copérnico!!). Ahora sabemos que no sólo no somos el centro sino que somos un punto minúsculo, en una galaxia pequeña sin absolutamente nada de peculiar. Estadísticamente tiene que haber un numero
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ingente de planetas capaces de albergar vida, en condiciones parecidas a las nuestras. Imaginaos además en otras circunstancias y otro tipo de vidas posibles que no nos alcanza la imaginación…
Este principio es además muy relevante y útil para muchas otras areas y circunstancias. Pero solemos olvidarlo, y el hombre tiende a pensar que es especial. Es evidentemente un principio que ataca y tumba cualquier concepto de religión, o de considerar a la especie humana especial sobre las demás.
Y lo mismo debemos aplicarnos individualmente. Tarde o temprano no estaremos aqui, ni nadie se acordará de nosotros, ni importará un pimiento quienes fuimos o hicimos. O basicamente importará lo mismo que la hormiga que vivío fugazmente en alguno de los millones de hormigueros de la península ibérica.
En la foto podemos ver un punto azul pálido pequeñito al fondo. Es nuestro planeta. Y eso que lo estamos viendo desde muy cerca (la voyager la capturó, en los límites del Sistema Solar)