Norv Turner es la más clara representación del Principio de Peter según el cual "las personas que realizan bien su trabajo son promocionadas a puestos de mayor responsabilidad, hasta que alcanzan su nivel de incompetencia". No dudo que en el pasado Turner hiciera los suficientes méritos como para merecer llegar hasta donde está, pero es una realidad irrebatible que, desde hace varias temporadas parece estar ocupado y preocupado en el cumplimiento de ese enunciado.
Pero la crítica debe ir más allá de las estadísticas. El league pass me ha permitido seguir las evoluciones de los Turner's boys dejándome tras cada partido una sensación agridulce. El equipo juega tremendamente acelerado, con demasiada tensión. Parece que han asumido que cada victoria cuenta pero aún no han comprendido que los partidos se ganan cuando el encuentro finaliza, no cuando éste empieza. Con el marcador en contra se muestran desorientados y nerviosos. Pierden los papeles y recurrer a lo fácil: lanzar y lanzar y volver a lanzar pases a media o larga distancia sin tener la paciencia de trabajar los ataques combinando el juego terrestre y el aéreo. Atenazados por la urgencia del resultado no saltan al césped con la mentalidad de quien va a demostrar su superioridad. En su lugar, mentalmente inseguros, acusan demasiado cualquier golpe del contrario. Conservan su evidente pegada per les cuesta excesivamente retomar el control del match. Siguiendo con la analogía que utilicé en mi pronóstico, son un buen motor pero andan pasados de revoluciones.
Turner sigue tropezando con la misma piedra y a la vuelta de la esquina les esperan los renacidos Detroit Lions.