"El principio del origen" de Alberto Juan Pessenda García

Publicado el 09 diciembre 2017 por Librosquevoyleyendo @librosqvleyendo

El Día de la Liberación cambió todo, las tradiciones y los sentimientos, el pasado y el futuro, modificando hasta la faz de la tierra. Muchísimos años han trascurrido desde entonces y el tiempo, que todo lo cura, ha cerrado las viejas heridas y borrado las cicatrices. Pero las profecías que cayeron en el olvido no han desaparecido; así, los hermanos de Robledo, junto a sus amigos, se verán envueltos en una aventura que jamás pidieron vivir, ignorantes de estar al centro de la atención de poderes mayores que, desde la oscuridad, se disputan el destino de La Creación. Un sujeto misterioso, el Titiritero, aparecerá en sus vidas cambiándolas para siempre. Hécate y Acacio se verán obligados a emprender un viaje para salvar a uno de sus seres más queridos y descubrirán la diferencia entre venganza y justicia.

Bienvenidos a La Creación, un mundo de fantasía plagado de seres mitológicos y magia a raudales, donde lo viejo y lo nuevo se encuentran dando lugar a la evolución de los tópicos más clásicos en la literatura de fantasía. En él hombres, enanos, elfos, fáunidos, gigantes y orcos conviven, en ocasiones en paz y armonía, sin recordar las viejas rencillas que durante la Era de las Razas ocasionaron tantas guerras y sufrimiento. Estad atentos pues para descubrir la magia y el coraje, todas las historias tienen un inicio y aquí se narra El Principio del Origen, Volumen I de Las Crónicas de la Sangre Oculta.

Encuadernación: Tapa blanda

Aunque la sinopsis no me descubrió gran cosa en su momento, la promesa de un gran mundo mágico plagado de seres mitológicos al más puro estilo Señor de los Anillos consiguió captar mi atención.

Alberto Juan nos pone en un mundo medieval, donde la existencia de los Dioses y de la magia está al orden del día. La novela está contada a varias voces, siendo la voz protagonista la de Acacio.

Acacio, mellizo de Hécate, comienza su relato contemplando su pueblo, Primero del Valle, desde el campanario de la iglesia, donde vive con su padre, el padre Tomás, y su hermana Hécate. Es el cumpleaños de los mellizos y al mismo tiempo, todo el pueblo bulle de expectación por las fiestas que se aproximan.

Personalmente, me ha gustado mucho la selección de nombres, dado que ambos pertenecen a la mitología griega. Acacio es un sobrenombre de Hermes, dios de los caminos, las fronteras, la astucia, los ladrones y el comercio, mientras que Hécate es una diosa de la naturaleza y los partos, conocida también como la Gran Diosa, una especie de Zeus femenino. Hécate está asociada también a las encrucijadas y a la magia y la brujería. Dada mi afición a la mitología griega en particular, la selección de nombres me resultó muy interesante.

La historia se vuelve especialmente prometedora cuando, al final del día de su cumpleaños, el padre Tomás entrega los regalos a sus hijos: una espada para Hécate y libros de magia para Acacio. La magia, o el uso de la energía de la Creación siendo más exactos, es considerada blasfema por parte de la Iglesia, por lo que estos regalos y la promesa de ir a entrenarse para convertirse en caballeros plantea diversas cuestiones sobre el origen y el pasado de Tomás.

Unos días después del cumpleaños, durante la celebración de las fiestas, el titiritero que había ido a amenizar la jornada resulta ser un brujo malvado que secuestra a todas las doncellas del pueblo, pues se halla en la búsqueda de la Llave. Entre las chicas secuestradas se encuentra María, que forma junto a Acacio, Hécate y Ferrán el grupo de amigos. Antes de partir en su busca, llega al pueblo Morten, un orador (un tipo de mago) que se une a ellos en el rescate de su amiga Maria. Y hasta aquí puedo leer.

Me ha parecido muy original la forma de usar la magia que se da en esta historia. Aunque no todo el mundo puede usarla, dado que las expresiones de magia que se dan son el fruto de un Don otorgado por los dioses, estos dones tienen muchas formas. Por ejemplo, hay personas que tienen el don de la palabra (oradores) que pueden manipular la energía de la Creación mediante palabras, lo que les permite generar materia, luz, oscuridad, etc. Otras personas han recibido el don de los arcanistas, que pueden enlazarse con arcanos para aprovechar sus habilidades. Este don en particular me resultó difícil de entender al principio porque no tenía muy claro qué era un arcano. Habiendo leído a Patrick Rothfuss (los profesores en la Universidad son arcanistas), para mí un arcano era una persona, y el uso en los primeros capítulos de una referencia a un arcano como un ser al que un personaje había perseguido asentó esa percepción. No obstante, un arcano no es así. Un arcano es una especie de "espíritu" podríamos decir que está vinculado a algo normalmente. Hay arcanos de tierra, de fuego, de aire, de agua, de piedra, etc. Son seres que se encuentran en todo, y un arcanista puede verlos y "enlazarse" con ellos para usar el elemento con el que están vinculados o las habilidades que tengan. Los arcanistas son, de entre los usuarios de la energía de la Creación, los más poderosos, y por ello los más peligrosos.

Un don que también me ha gustado es el de las tejedoras. Se dice que la Realidad es realmente un tapiz tejido por el Destino (o el Tejedor), en el cual cada persona es un hilo, estando los hilos entrelazados cuando dos personas se cruzan a lo largo de su vida. Las tejedoras son capaces de ver esos hilos antes de que formen parte del tapiz, por lo que pueden ver el futuro. Los hilos de ese tapiz forman el Lienzo del Destino, hilos que la Muerte corta cuando la vida de una persona llega a su fin. Me ha gustado mucho encontrar ahí una reminiscencia de los hilos de las Moiras y de la leyenda asiática del hilo rojo del destino.

El libro dispone también de unos apéndices sobre los distintos nombres, dioses y habilidades que aparecen en el libro, lo que resulta de lo más práctico cuando el número de personajes empieza a crecer o se quiere consultar en qué consistía un don concreto sin tener que buscar en la historia.

En líneas generales la lectura del libro se hace muy amena. Al principio resulta un poco confuso seguir la continuidad de los capítulos, porque se alternan narradores distintos y no se identifica al narrador de un nuevo capítulo. Así, si después de leer varios capítulos que tienen lugar en un mismo punto, se salta a otro capítulo de un personaje que está lejos de ese primer punto y que llevaba mucho tiempo sin salir, como pasa con los capítulos del Arquero, pues se hace un poco confuso.

También me ha resultado poco natural la interacción de Morten con Acacio, Hécate y Ferrán. Dada la dinámica de maestro/amigo que adquieren con él, me resulta un poco chocante la cordialidad y rigidez con la que se tratan algunas veces. Cuando se pasan ciertas situaciones con otra persona, el vínculo con ésta se fortalece, no se queda igual.

Exceptuando esos detalles, he disfrutado mucho la lectura y el hecho de que se abran tantos posibles frentes a tratar en la continuación me parece algo muy bueno para explorar los distintos aspectos de la sociedad, como su historia, sus religiones, etc.