Cuando se hace referencia al pueblo kurdo es importante tener en cuenta dos cuestiones fundamentales: en primer lugar que representan la más numerosa minoría étnica sin estado del mundo (aproximadamente 22 millones); y en segundo lugar que, como pueblo, llevan décadas sobreviviendo a políticas de exterminio, lo cual hace que la historia de este ancestral pueblo sea la historia de una resistencia.
Los kurdos (parte de la gran familia de pueblos indoeuropeos) se asentaron en el espacio que actualmente ocupan hacia el 2500 A.C. El antiguo Kurdistán, es una región del suroeste de Asia que engloba territorios de distintas naciones: Irak, Irán, Turquía, Armenia, Siria (actualmente a esta región se llama “el gran Kurdistán”); espacio definido por las zonas montañosas formadas especialmente por los montes Taurus (sur de Turquía), Zagros y Elburz (suroeste y noroeste de Irán). La población actual asentada en el Kurdistán sería de unos 20 millones como pueblo kurdo. La mayor población se encuentra en Turquía (unos 15 millones de habitantes), país que, por cierto, es uno de los más férreos a la hora de actuar contra este pueblo.
En lo esencial, la estructura social de los kurdos está basada en clanes; tipo de organización social que actuó de freno para las revoluciones nacionalistas. Estos pilares de la estructura social llevaron a que la sociedad kurda fuera económicamente autosuficiente y que se mantuviese aislada (y cerrada) a todas las transformaciones que en el Oriente Medio se iban produciendo a lo largo de la historia. Se podría decir que al mundo moderno de la construcción de los Estados-Nación, el pueblo Kurdo llegó con una estructura social que no le permitió desarrollar o, mejor dicho, cumplir un proyecto nacionalista.
Las raíces de las actuales políticas represivas del pueblo kurdo se remontan a después de la Primera Guerra Mundial, de 19l5 a 1925, cuando se da un proceso de lucha por el reparto del Kurdistán. En 1925 se produce ampliación kurda del estado de Irak, se crea la Irak Petroleum Company con participación de EEUU, Gran Bretaña y Francia para el negocio petrolero. Los distintos estados fueron maniobrando con el pueblo kurdo según sus intereses, haciendo y deshaciendo sobre sus territorios, sobre sus riquezas, sin que estos fueran consultados. Las políticas represivas produjeron una gran cantidad de exiliados, refugiados y una fuerte emigración hacia Europa, sobre todo a Alemania (que cuenta con casi 1.000.000 de habitantes de etnia kurda) también a Italia, Francia, Suecia, EE.UU y Australia.
Pero, ¿por qué históricamente el pueblo kurdo ha sido perseguido? En el plano económico, el territorio del Kurdistán es una zona rica en recursos naturales, como el agua y el petróleo, así como también en grandes extensiones de robles, zonas de pastoreo y es una de las mayores zonas cerealistas de “oriente medio”, además de ser una zona de encuentro entre tres continentes y sus rutas comerciales. El subsuelo kurdo está considerado como una de las mayores reservas petrolíferas de Oriente Próximo: del territorio kurdo de Turquía se extrae la totalidad del petróleo de este país; en la zona de Irak, las reservas representan el 40% del total de la nación y en Irán son sólo el 10 %, pero en esta misma zona se ha localizado una de las principales bolsas de gas natural del país; de la zona kurda de Siria se extrae la totalidad del petróleo nacional.
En el plano político, es la consecuencia de estas riquezas, la que da origen a los conflictos y puja de intereses regionales y mundiales. Entonces, la respuesta a la pregunta inicial es sencilla: los kurdos están ocupando un territorio en una zona codiciada históricamente por diversas potencias, primero regionales y luego, en el siglo XX y XXI, mundiales.