Uno muy útil para usar y seguir es la siguiente basada en los principios de Drucker[1] que se fundamente en cinco sencillo pasos:
El Proceso de Innovación según Drucker
1. Generar ideas: Estar atento a todo lo que nos rodea y buscar nuevas oportunidades. En muchos casos, la necesidad de reducir costes o de aumentar las ventas son fuentes de innovación. El saber detectar qué es lo que necesitan nuestros clientes o empleados son otras fuentes para generar ideas.
3. Testar: Una vez decidido por cuál empezar, para tener mejores resultados, las innovaciones deberían ayudar a resolver problemas sencillos: estar centrados en solucionar una necesidad clara o un aspecto concreto. Aquí lo que debemos hacer es intentar validar o redefinir la idea inicialmente y seleccionar la mejor opción para su puesta en marcha.
4. Implantar: A la hora de ponerla en marcha, hay que empezar poco a poco para después tener grandes resultados. Las innovaciones exitosas empiezan a escala: empezar con un campo de actuación limitado; plantear un cambio organizacional inicialmente sólo en un departamento; lanzar un nuevo producto que requiere poco dinero ponerlo en marcha o pocos recursos para empezar a comercializarlo, etc. De esta forma, por ejemplo, según vaya creciendo el mercado la empresa puede irlo moldeando y así poder seguir a la cabeza frente a los competidores que empiecen a surgir. Una forma para conseguirlo es diseñando y siguiendo un calendario de aplicación con puntos de control en el camino.
5. Consolidar: Por último, aunque empecemos a escala, tenemos que pensar a lo grande. La vocación de la innovación tiene que ser la de conseguir un liderazgo competitivo o la excelencia empresarial. Si la innovación no se proyecta desde el principio a conseguir los mejores resultados en el ámbito de actividad en la que lo pongamos en marcha (aunque sea por ejemplo de la liderar un pequeño nicho de mercado), va a ser difícil conseguir que tenga éxito. Este aspecto implica comprometerse con un objetivo claro, y trabajar duro y de forma persistente para alcanzarlo. En una Pyme, por ejemplo, el objetivo podría ser el de permanencia en el mercado.
Hay varias webs que se dedican a recopilar ideas para que las empresas hagan uso de ellas y las pongan en marcha, ayudando a agilizar el proceso de innovación.
Algunas interesantes son: http://www.ideas4all.com/, http://www.ideawicket.com/, http://www.innocentive.com/, http://www.globalideabank.com/, http://www.cambrianhouse.com/
También a través de los think tanks, instituciones de investigación u otro tipo organizaciones que ofrecen consejos sobre diferentes aspectos, podemos obtener ideas que pueden dar lugar a una innovación posterior. De hecho, en algunos medios se les asemeja a “fábrica de ideas”.
En España están empezando a proliferar este tipo de instituciones, y es interesante conocerlas, así como sus estudios o publicaciones para estar al tanto de tendencias, políticas, económicas o sociales. La Institución Futuro (http://www.ifuturo.org/) es una de obligada referencia.
[1] Drucker, Peter F. Innovative and Entrepreneurship, Practice and Principles. Harper & Row, Publishers, Inc. 1985