El progresismo militante: Ejemplo de democracia y tolerancia

Publicado el 05 octubre 2012 por Alejandropumarino

Son los de siempre. Pilar Bardem, Toxo, Cristina Almeida, Cándido Méndez apoyando al defenestrado juez de la Audiencia Nacional. La izquierda progresista de chaquetilla y Visa platino. Parece ser –alguien debería advertirles- que ignoran cuanto tiempo ha discurrido desde el fallecimiento del dictador. Que son desconocedores de la ley de amnistía. Y que necesitan revivir periódicamente la dictadura, felizmente terminada hace treinta y siente años, como justificación de su política trasnochada.

Un breve recuerdo: Cristina Almeida afirmó que los libros de César Vidal deberían quemarse, en un ejercicio de tolerancia democrática; Toxo se dedicó a pasearse por el Báltico con su señora esposa, en un crucero de lujo, algo inalcanzable si siguiese percibiendo su sueldo de trabajador y no de líder sindical que se nutre de los impuestos. Cándido Méndez es un habitual de Zalacaín y consumidor de estupendos caldos nacionales y de importación, suponemos que pagados con la tarjeta del sindicato, que para eso está. Pilar Bardem, con su exquisita educación, propia de la izquierda, llamó hijos de puta a los periodistas de Libertad Digital, que es un medio con una línea editorial no menos evidente que Público, por poner un ejemplo.

Ahora se reúnen para apoyar a Garzón, que sigue sin haberse leído el certificado de defunción de Franco, aunque lo pidió hace poco tiempo, Magistrado que dejó escapar a dos narcotraficantes por vencimiento de un plazo, que llevó asuntos tan exitosos como el del lino, o el barco que desmontaron para no encontrar un solo gramo de droga, todo ello antes de dedicar los medios técnicos y económicos a identificar los huesos de las fosas comunes de hace setenta y seis años. Las fosas de un solo bando, por supuesto, porque otras no merecieron el mínimo interés del juez estrella que caza con ministros y se abraza con D. Santiago, el de Paracuellos del Jarama.

Dios los cría y ellos se juntan.