Y es que esta gente está construyendo la casa por la ventana y haciendo las cosas al revés. Para empezar porque todo el llamado ‘procés’, en sí mismo, es una locura que no tiene ni pies ni cabeza; y para seguir porque las “normas jurídicas” que están presentando son un dislate, parecen una broma. Además, sin que exista una norma que regule la celebración y convocatoria del referéndum se han lanzado a la presentación de la Ley que regulará el proceso de desconexión con España, como si ya supieran cual va a ser el resultado de ese mal llamado referéndum que, en todo caso, no será más que un juego de niños. Porque como he comentado, a estas alturas, en lo que se supone (para ellos) es un proceso serio, legal y con todas las garantías, todavía no hay una norma que convoque y, menos aún, que regule la celebración y desarrollo del referéndum. Entonces, ¿qué pasará el próximo domingo 1 de octubre? Ayer un amigo me hacía esta pregunta, a lo que yo le contesté, ¡pues que será domingo!
El próximo 1 de octubre pasará algo… ¡qué será domingo!
Publicado el 30 agosto 2017 por Catalega @CatalegaY es que esta gente está construyendo la casa por la ventana y haciendo las cosas al revés. Para empezar porque todo el llamado ‘procés’, en sí mismo, es una locura que no tiene ni pies ni cabeza; y para seguir porque las “normas jurídicas” que están presentando son un dislate, parecen una broma. Además, sin que exista una norma que regule la celebración y convocatoria del referéndum se han lanzado a la presentación de la Ley que regulará el proceso de desconexión con España, como si ya supieran cual va a ser el resultado de ese mal llamado referéndum que, en todo caso, no será más que un juego de niños. Porque como he comentado, a estas alturas, en lo que se supone (para ellos) es un proceso serio, legal y con todas las garantías, todavía no hay una norma que convoque y, menos aún, que regule la celebración y desarrollo del referéndum. Entonces, ¿qué pasará el próximo domingo 1 de octubre? Ayer un amigo me hacía esta pregunta, a lo que yo le contesté, ¡pues que será domingo!