El proyecto colonial británico de cecil rhodes: de el cairo al cabo

Por Pedro
Cecil Rhodes, un colonizador racista empedernido, imaginó un dominio británico en una franja continua que uniese África de norte a sur, de El Cairo a El Cabo. Este espacio estaría vertebrado por una línea férrea. La caricatura adjunta (El Coloso) trata de reflejar este empeño. Esta idea impulsó la política colonial británica en esta parte de África.C. Rhodes estaba convencido de la superioridad de la raza blanca y del dominio que esta debía ejercer sobre, en este caso, esta parte de África. "África está esperando a los ingleses y es nuestro deber tomarla" sentenció en 1875.¿Quién era este hombre? Nacido en 1853, emigró a la colonia británica de Sudáfrica para trabajar en la fábrica de algodón de un hermano suyo. Poco después abandonó esta ocupación para dedicarse al negocio de la explotación de minas de diamantes. Tuvo gran habilidad para comprar más y más licencias de explotación. Tuvo gran éxito, llegó a controlar (a través de la compañía De Beers Minning Company que fundó con unos socios) hasta el 90 % de la producción mundial de diamantes. Se hizo inmensamente rico. También participó en la explotación de oro de Transvaal.Ya muy rico, decidió dedicarse a la política, ejerció varios cargos en la Colonia de El Cabo de la que llegó a ser primer ministro gobernador en 1890. 
"Si Dios tiene un Plan, hay que saber primero cuál es la raza que Dios ha escogido como Divino instrumento para su Plan. Incuestionablemente, esa raza es la blanca. Dentro de la raza blanca, el hombre angloparlante, sea británico, americano, australiano o surafricano, ha demostrado ser el mejor instrumento del Plan Divino para desarrollar la Justicia, la Libertad y la Paz en la más amplia extensión posible del planeta. Por eso, yo dedicaré el resto de mi vida a los propósitos de Dios y le ayudaré a lograr que el mundo sea inglés"
Desde este cargo de primer ministro favoreció los intereses de los propietarios de minas, expulsó a los agricultores negros de sus tierras, impulsó la sangrienta penetración británica hacia el norte (para ello organizó cuerpos de guerreros mercenarios), presionó a los estados Boers, organizó el ataque a Johanesburgo de Jameson en 1895 que fue un rotundo fracaso,  anexionó Bechuanalandia (1885), consiguió (con engaños) de Lobengula (rey de los matabeles) un extenso territorio con el que fundó Rhodeshia (actuales Zambia y Zimbabwe) y Nyasalandia (actual Malawi). Murió en 1902 tras una vida manchada por la explotación, por el dolor generado y por la sangre derramada.
¿Lograron los ingleses dominar una franja continua de El Cairo a El Cabo? No, pero casi lo consiguen, lo impidieron la colonia del África Oriental Alemana y el dominio de la región de Katanga por el Congo Belga.

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