Tras el triunfo del Mónaco ayer ante el Stade Reims (3-2), el conjunto parisino debía vencer fuera de casa para no ceder parte de su ventaja. Tras el triunfo en Toulouse, el PSG conserva los cinco puntos de renta que mantenía con el cuadro monegasco, a falta de 12 jornadas para el final del campeonato. Ibra abrió el marcador con un penalti provocado por Lavezzi; justo antes del descanso, Ben Yedder igualó con una potente volea desde una posición escorada.
Al retorno de los vestuarios, el Pocho Lavezzi definió de tiro raso y devolvió la ventaja a los visitantes. Diez minutos después, de cabeza tras una falta botada por Cabaye, Ibrahimovic ampliaba la ventaja, que de nuevo se vería mermada con otro tanto de Ben Yedder, cuyo doblete resultó estéril. Casi en el descuento, el hombre del partido redondeó su triplete con otro penalti: lanzó suave y al medio y el meta Boucher leyó sus intenciones, pero no amarró el esférico. En el rechace, Ibra no perdonó.