Porque en mi opinión el PSOE debería haber anunciado mucho antes su abstención, incluso tras las primeras elecciones del 20 de diciembre, no habiendo dado lugar a la celebración de unos segundos comicios. Pero todo esto qué demuestra, pues que los dirigentes socialistas no han mirado por el bien de España, sino por su propio interés y por sus luchas internas. Porque las luchas internas y los intereses de las diferentes familias del PSOE han sido las que han acabado, en primer lugar con Pedro Sánchez y, posteriormente, las que les han llevado a la abstención después, con la ayuda de las encuestas… Yo creo que ha sido eso, porque si los dirigentes socialistas tuvieran seguridad de que en unas terceras elecciones las cosas les fueran a ir mejor no habrían dudado en seguir en su negativa a Mariano Rajoy y al Partido Popular. Pero ahora, con su decisión han quedado como la propia Cipota, como diría el castizo, porque aunque a un sector moderado del votante socialista esta decisión le parezca la adecuada, es verdad que al más radical le ha sentado como a un tiro y además, dadas las circunstancias, el PSOE ha perdido capacidad de negociación con los populares. Porque si en su momento hubieran decidido facilitar la investidura podrían haber acordado la derogación de leyes, o la aprobación de otras en las que el PSOE hubiera podido dejar su huella. Pero han preferido este camino, lo que denota que han mirado más por sus intereses que por los del País. Lo dicho, como la propia Cipota…
Porque en mi opinión el PSOE debería haber anunciado mucho antes su abstención, incluso tras las primeras elecciones del 20 de diciembre, no habiendo dado lugar a la celebración de unos segundos comicios. Pero todo esto qué demuestra, pues que los dirigentes socialistas no han mirado por el bien de España, sino por su propio interés y por sus luchas internas. Porque las luchas internas y los intereses de las diferentes familias del PSOE han sido las que han acabado, en primer lugar con Pedro Sánchez y, posteriormente, las que les han llevado a la abstención después, con la ayuda de las encuestas… Yo creo que ha sido eso, porque si los dirigentes socialistas tuvieran seguridad de que en unas terceras elecciones las cosas les fueran a ir mejor no habrían dudado en seguir en su negativa a Mariano Rajoy y al Partido Popular. Pero ahora, con su decisión han quedado como la propia Cipota, como diría el castizo, porque aunque a un sector moderado del votante socialista esta decisión le parezca la adecuada, es verdad que al más radical le ha sentado como a un tiro y además, dadas las circunstancias, el PSOE ha perdido capacidad de negociación con los populares. Porque si en su momento hubieran decidido facilitar la investidura podrían haber acordado la derogación de leyes, o la aprobación de otras en las que el PSOE hubiera podido dejar su huella. Pero han preferido este camino, lo que denota que han mirado más por sus intereses que por los del País. Lo dicho, como la propia Cipota…