El otro día se celebraba un acto en la plaza del Palillero de Cádiz durante el cual, el equipo de gobierno del Ayuntamiento rendía cuenta sobre sus primeros cien días de gestión. Como era de esperar, la derecha local capitaneada por sus voceros montaron en cólera, número de asistentes, intervenciones de alguno con improperios y un etc han sido el argumentario utilizado. Pero quizás lo más curioso es la incorporación del PSOE local, de la capital y de la provincia, y hasta la misma presidenta de la Diputación y Secretaria General provincial, sacaban fotos en sus cuentas de las redes sociales para remarcar la poca asistencia de personas al acto, - luego otras fotos y testimonios directos lo desmienten, pero da igual, nopasana. Como eso de la paja en ojo ajeno y demás, la foto corresponde a una de la sesión es del congreso provincial del PSOE de Cádiz, por cierto, salió elegida Irene García secretaria general. Se puede ver a alguien que está interviniendo en un salón de plenos vacío, y que al pobre, ni la mesa del congreso hace caso. Pues eso.
El otro día se celebraba un acto en la plaza del Palillero de Cádiz durante el cual, el equipo de gobierno del Ayuntamiento rendía cuenta sobre sus primeros cien días de gestión. Como era de esperar, la derecha local capitaneada por sus voceros montaron en cólera, número de asistentes, intervenciones de alguno con improperios y un etc han sido el argumentario utilizado. Pero quizás lo más curioso es la incorporación del PSOE local, de la capital y de la provincia, y hasta la misma presidenta de la Diputación y Secretaria General provincial, sacaban fotos en sus cuentas de las redes sociales para remarcar la poca asistencia de personas al acto, - luego otras fotos y testimonios directos lo desmienten, pero da igual, nopasana. Como eso de la paja en ojo ajeno y demás, la foto corresponde a una de la sesión es del congreso provincial del PSOE de Cádiz, por cierto, salió elegida Irene García secretaria general. Se puede ver a alguien que está interviniendo en un salón de plenos vacío, y que al pobre, ni la mesa del congreso hace caso. Pues eso.