Han transcurrido ya unas semanas desde las elecciones andaluzas y no he querido dejar pasar la oportunidad para agregar algún comentario. Aunque probablemente ya esté todo mucho mejor comentado, por lealtad a esta bitácora dejaré algunas reflexiones. He querido titular esta entrada del mismo modo que el Editorial de El País porque considero que es la oración que mejor sintetiza un primer análisis. Aunque en Democracia parece que todos son ganadores de una forma u otra, unos lo son más que otros así que empezaremos con el ganador sin paliativos: el PSOE. La convocatoria anticipada de elecciones regionales en Andalucía fue una apuesta personalísima de Susana Díaz. Se trató de un movimiento altamente arriesgado que, en raras ocasiones sale bien, recordemos los fracasos de Artur Mas o Zapatero en 2011. Pero Susana Díaz hizo sus cálculos y los consideró una apuesta que solo podía ganar. El tiempo corría en contra de ella si alargaba los plazos electorales. Los escándalos de corrupción que salpican por entero a la Junta, altos miembros del PSOE, sindicatos y empresarios solo podía ir a peor y empañar el futuro político de Susana. Una carrera política que había heredado de uno de los principales imputados en la trama de los ERE: Griñán. Así que las elecciones eran el medio para limpiar su cargo y marcar distancias con el escándalo. A esto hay que añadir que cuanto más tiempo pasase más se organizaban sus oponentes políticos, principalmente Podemos, que es su principal competidor por la izquierda. La convocatoria anticipada cogió también por sopresa al Partido Popular cuyo candidato apenas era conocido antes y durante la campaña. Así que, fabricando una crisis de gobierno que no existía, Susana Díaz convocó comicios anticipados para sobrevivir los difíciles años que le quedan al Partido Socialista con comodidad.
Han transcurrido ya unas semanas desde las elecciones andaluzas y no he querido dejar pasar la oportunidad para agregar algún comentario. Aunque probablemente ya esté todo mucho mejor comentado, por lealtad a esta bitácora dejaré algunas reflexiones. He querido titular esta entrada del mismo modo que el Editorial de El País porque considero que es la oración que mejor sintetiza un primer análisis. Aunque en Democracia parece que todos son ganadores de una forma u otra, unos lo son más que otros así que empezaremos con el ganador sin paliativos: el PSOE. La convocatoria anticipada de elecciones regionales en Andalucía fue una apuesta personalísima de Susana Díaz. Se trató de un movimiento altamente arriesgado que, en raras ocasiones sale bien, recordemos los fracasos de Artur Mas o Zapatero en 2011. Pero Susana Díaz hizo sus cálculos y los consideró una apuesta que solo podía ganar. El tiempo corría en contra de ella si alargaba los plazos electorales. Los escándalos de corrupción que salpican por entero a la Junta, altos miembros del PSOE, sindicatos y empresarios solo podía ir a peor y empañar el futuro político de Susana. Una carrera política que había heredado de uno de los principales imputados en la trama de los ERE: Griñán. Así que las elecciones eran el medio para limpiar su cargo y marcar distancias con el escándalo. A esto hay que añadir que cuanto más tiempo pasase más se organizaban sus oponentes políticos, principalmente Podemos, que es su principal competidor por la izquierda. La convocatoria anticipada cogió también por sopresa al Partido Popular cuyo candidato apenas era conocido antes y durante la campaña. Así que, fabricando una crisis de gobierno que no existía, Susana Díaz convocó comicios anticipados para sobrevivir los difíciles años que le quedan al Partido Socialista con comodidad.