Carles Mulet García, senador de Compromís, pidió que Bárbara Rey compareciera ante el Senado, pero la Mesa de la Comisión de Interior del Senado, formada por tres miembros del PSOE y dos del PP, rechazó la comparecencia de la actriz para poder priorizar otras solicitudes de asistencia, como las del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y otros altos cargos del Ministerio.
Compromís había solicitado que la vedette explicase la veracidad de las informaciones que apuntan a que, en 1996, habría cobrado cerca de tres millones de euros de los fondos reservados del Gobierno a cambio de su silencio sobre su relación con el rey Juan Carlos. Carles Mulet realizó la solicitud con la intención de que la actriz explicase cuestiones relacionadas con una supuesta cantidad de dinero que recibió y con un contrato de trabajo en una televisión autonómica con la finalidad de que no hiciese públicas sus supuestas relaciones con altos cargos del Estado. El senador entendió que su petición había sido aceptada, pese a que la Mesa no lo había tratado ni la comparecencia estaba aceptada, simplemente, siguiendo un procedimiento habitual: se trasladó el asunto, por delegación, a la Mesa de la Comisión de Interior, a la cual corresponderá decidir en última instancia.
Joan Baldoví, diputado nacional de Compromís, cree que la comparecencia de Bárbara Rey no se dará debido a que “hay determinados partidos, PP, Ciudadanos, Vox y el PSOE, que sistemáticamente boicotean cualquier posibilidad de que los ciudadanos puedan tener información clara”. Además, está convencido de que el Estado, el Gobierno y el rey emérito “tienen una deuda con el pueblo español para que sepamos qué se ha hecho con el uso de esos fondos reservados a una actriz para que tuviera la boca callada”.