'El puente de San Luis Rey', de Thorton Wilder

Publicado el 22 agosto 2012 por Carm9n @Carmenyamigos

Una de estas mañanas en que tuve que ir a hacer unas compras a Alcampo, me topé en la zona de libros- nunca perdono un paseo por esta sección- El puente de San Luis Rey, de Thorton Wilder. Estaba allí, solo en la estantería, con la bonita edición de Edhasa: páginas cosidas, bonita portada en pasta dura con sobrecubierta, marcapáginas de tela... una preciosidad que supe que era para mí. Y para mí fue, ¡por supuesto!
El puente de San Luis Rey es la segunda novela de Thorton Wilder y por la que obtuvo uno de sus tres Premios Pulitzer. El argumento es muy sencillo. Nos encontramos en pleno siglo XVIII en un Perú que es aún colonia española. El hermano fray Junípero ha sido testigo de la muerte de cinco personas al romperse el legendario puente inca que une Lima y el Cuzco en el momento en que lo cruzaban. Muy impresionado el hermano recabar información sobre esos cinco fallecidos para poder averiguar si en sus vidas y lo que les llevó hasta el puente hay vestigios de la mano de Dios y poder encontrar así sentido a lo sucedido. El libro con la información obtenida será presentado al Arzobispo de Lima pero... ¿le gustará a la Santa Inquisición lo que en él se cuenta?
"El viernes 20 de julio de 1714, a mediodía, el puente más bonito de todo el Perú se rompió y precipitó al abismo a cinco viajeros." 
El libro se haya dividido en cinco partes: Acaso un accidente, La marquesa de Montemayor, Esteban, el Tío Pío y Acaso una intención. Después del accidente y la intención del hermano Junípero de recopilar información, las partes segunda, tercera y cuarta se centran en las cinco víctimas.

Thorton Wilder (1897-1975)

La marquesa de Montemayor escribe continuas cartas a su hija, que se ha casado con un español y vive en España. Ama a su hija pero no logra que ese amor sea recíproco y recibe a cambio tan solo desprecio y desdén. Tiene la marquesa como ayudante a Pepita, que ha sido criada en el Convento de Santa María Rosa de las Rosas y que estaba muy unida a la abadesa del mismo, Madre María del Pilar.   
Por otra lado, ya en la tercera parte nos encontramos con Manuel y Esteban, gemelos criados en ese mismo convento y que al hacerse mayores se han hecho escribas. Esteban siente verdadera adoración por su hermano y sufre porque cree que el amor que su hermano siente por la Perichole, una famosa cantante de variedades, les separa. A la muerte de Manuel por una herida en una rodilla, Esteban empieza a tener una actitud extraña y un tanto desequilibrada.
El Tío Pío es un hombre hecho a sí mismo; es el amigo, confidente, manager, protector de la Perichole, a la que ha llevado al estrellato. La relación de esta con el vicerrey del Perú, con el que tuvo tres hijos, hace que la actriz pretenda dejar el espectáculo, convertirse en una verdadera dama y ser conocida por su verdadero nombre, doña Micaela Villegas. Por desgracia, otros infortunios la forzarán a alejarse de público.

El incidente narrado y la mayoría de los personajes son obra de la imaginación del autor pero dos de ellos, sin embargo, son reales: Micaela Villegas y el vicerrey, Manuel de Amat y Juniet. Por lo que he podido comprobar en la red la figura de Micaela Villegas está muy presente en la cultura peruana
Son varias las lecturas que se pueden hacer de la historia pero, es evidente, uno de los puntos que tienen en común los cinco viajeros fallecidos es el desamor y la soledad en la que se encuentran en el momento del accidente. ¿Acaso si no somos amados, en cualquiera de las muchas versiones del amor, estamos ya cruzando el puente hacia el otro lado? ¿Acaso ya nada tenga sentido?
"Hay una tierra de los vivos y una tierra de los muertos, y el puente que las une es el amor, lo único que sobrevive, lo único que tiene sentido".
El puente de San Luis Rey es una lectura deliciosa, de estilo muy peculiar, en el que las palabras dicen más de lo que significan, rica en matices, hipnótica y que se merece una lectura lenta, pausada y reflexiva, para ir desmigando y descifrando todo su contenido.

Marcapáginas 138