En el hospital, clínica o maternidad una vez nacido el bebé, nos sentimos muy acompañados y atendidos. Además experimentamos una gran emoción por el milagro que hemos sido capaces de generar: La vida.
Cuando llegamos a casa nos encontramos con la realidad del nuevo rol que nos toca desempeñar “ser papás”. El agotamiento que produce el llanto frecuente y las demandas del bebé, pueden en un momento dado vulnerarnos al punto de hacernos sentir poco capaces para asumir los cuidados del recién nacido.
La llegada del bebé modifica repentinamente nuestro entorno: transiciones en los roles familiares, de hijos pasamos a ser padres, los padres se transforman en abuelos y los hermanos en tíos. Todo lo que nos rodea deja de ser como lo conocimos. Los sentimientos sobre el hecho de ser papás, que se basan tanto en experiencias de amigos como en las vivencias familiares, quizá no se conjuguen con nuestras expectativas. Al momento de enfrentarnos con los cuidados del nuevo ser, podemos llegar a sentirnos abrumados por la información muchas veces contradictoria, que recibimos de distintas fuentes.
Desde el nacimiento, el bebé tendrá la habilidad de hacernos entender lo que le gusta o desea. A través del llanto, la sonrisa y la expresión corporal, él nos mostrará qué hacer. Debemos confiar en su capacidad e inteligencia y al mismo tiempo confiar en nuestras facultades, pues le dimos la vida y la posibilidad de nacer, por lo tanto, estamos preparad@s para crecer y ayudarlo a crecer.
Al hacerle frente al manejo del recién nacido, como papás podemos tener diferencias en la visión y forma de hacer las cosas, es importante que intercambiemos opiniones, de esta manera cada uno se sentirá apoyado y comprendido.
Cómo papás, necesitamos tomar conciencia de nuestros objetivos y sentimientos. Esto es un proceso evolutivo que no se desarrolla de la noche a la mañana. Sólo debemos escucharnos, confiar y, sobre todo, entregarnos a vivir amorosamente esta etapa.
El amor, paciencia y tiempo que dediquemos al bebé, constituirán recuerdos para toda la vida compartir la alegría y responsabilidad de ser papás fortalecerá la relación de los tres.
Fuente foto:averis.com.ar