En 2008 el Diario de Cádiz recogía la indignación de los agricultores andaluces. La UPA (Unión de Pequeños agricultores y Ganaderos) había realizado un estudio sobre los precios de venta al consumidor. Los albaricoques, que apenas se pagaban en origen 0,30 céntimos el kilo, se vendían en el mercado a 3,20 euros: un incremento del 1067%.
El porcentaje abusivo no frena las paupérrimas condiciones de trabajo en el campo; todo lo contrario: los precios hinchados que benefician a distribuidores, intermediarios y supermercados destruyen la economía local. Lo que vieron con sus propios ojos en Cádiz era una imagen, una entre millones, de la paradoja del mercado globalizado; resulta más asequible comprar espárragos peruanos o cordero neozelandés que su equivalente nacional, aunque los locales estén a cinco kilómetros del punto de venta. Lo más triste es que ciertos productos, como las cerezas, pueden costar más caros que un pendrive (en la tecnológica “Era de la Información” 925 millones de personas sufren hambre).
Muchos artículos de prensa que hablan sobre productos orgánicos suelen subrayar ventajas nutritivas, frescura,
Hemos conocido Dr. Veg, una de las puntas de lanza de este nuevo (¡viejo!) tipo de agricultura que, además, innova llevando los vegetales de temporada directamente a casa. Desde la huerta orgánica situada en Siurana de l’Empordà, en Girona, Dr. Veg distribuye a domicilio en Barcelona, Hospitalet de Llobregat y Gerona. Para que la experiencia natural sea completa, también disponen de pan de leña y aceite ecológicos. ¡Nos ha gustado Dr. Veg! Que cunda el ejemplo y la cesta de la compra vuelve a ser una verdadera “cesta”.
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