Nada nuevo bajo el sol es una frase que uso muy a menudo, quizás demasiado y en esta ocasión puede que sí con razón, pues, y no se me entienda mal, prácticamente todo lo que tomamos en el Pulpito de La Manga, lo podemos encontrar en la mayoría de bares y restaurantes de la costa española. Esto no es nada malo. ¿Acaso no hay en literatura obras que copian un estilo o la temática y son verdaderas joyas literarias? Una cosa bien distinta ya es la presentación, la calidad y el tratamiento del producto. Mejor es repetir bien que innovar bodrios. Además en esta época del año, inauguramos el verano, un aliciente a tener en cuenta, es la terraza. Que la haya o no, el entorno o la disposición de las mesas son detalles que pueden mejorar muy notablemente una buena velada.Cuando llegamos al Pulpito, el restaurante del Club Náutico del Puerto Deportivo Tomás Maeste, antes Lebeche y antes de Lebeche, Noray, lo encontramos muy cambiado. Prácticamente le han cedido todo protagonismo a la terraza y a la barra que mira al exterior. Prueba de esto es que cuando reservamos ni preguntaron si queríamos terraza o salón. Directamente nos mandamos a la terraza, cosa que seguramente hubiéramos pedido. Otros años, a la hora de la comida, la terraza ha sido un total fracaso al no acompañar la temperatura. Es muy incómodo comer a más de 30ºC. Los nuevos gestores, conocedores bien de la explotación de Terrazas, en Murcia tienen desde hace años un local en la Plaza de Santa Catalina, han puesto un toldo en condiciones con vaporizadores para rebajar las temperaturas y crear un ambiente agradable. El verano es muy corto y no deben perder las comidas. Además, presumen de arroces y por aquí somos poco de cenarlos.Valorando por encima la carta me remito a mis primeras palabras. Nada nuevo bajo el sol. Ensaladilla rusa, marineras, tigres, caballitos y una importante oferta de arroces, mariscos, bivalvos y pescados copan la oferta. Sin olvidar la carne, por supuesto. Quizás la tempura de verduras con foie y alguno de los postres rompe ligeramente esta línea. Empezamos pidiendo pulpo. Sería casi sacrílego ir a un restaurante que se llame Pulpito, que esta sea su especialidad, que nos guste mucho el pulpo y no pedirlo. El tamaño que tiene su pulpo es pequeño, de ahí el nombre de pulpito, como nos explicó uno de los camareros, pero delicioso de sabor. Hacía tiempo que no tomaba uno así. Había que pedirlo. Hay que pedirlo. Al mismo tiempo trajeron los buñuelos de bacalao, que más que buñuelos, no es una masa frita, yo diría que son más bien soldaditos de Pavía al ser el taco de bacalao rebozado. -¡Juraría que esta misma frase hace no mucho también la escribí! Casi sin respiro trajeron las coquinas cocidas, por lo que tuvimos que pedir que esperara un poco el resto de platos. A este ritmo terminamos de cenar en menos de media hora. Finalizamos la cena con los calamares rebozados, la verdura en tempura y los boquerones. Es difícil fallar con estos platos cuando el producto es fresco y bueno. La verdura venía acompañada con una salsa de foie que le da un toque distinto. El vino que pedimos, o mejor dicho, que nos recomendaron para acompañar fue De Alberto, un verdejo de Rueda que mejoró mucho en cuanto lo dejamos unos minutos en la cubitera. No tenía muchas ganas de postre, e iba a declinar la oferta hasta que oí las palabras mágicas de boca del camarero, Tarta de Asiático. En un principio mi subconsciente me traicionó y me hizo pensar en la Tarda de Paparajotes de @juanlaxcooking, pero luego recordé que también había creado esta de asiático y como todo el mundo sabe, las ocasiones las pintan calvas. Es cierto que no es un asiático, pero es una tarta donde están muy presentes, aunque de manera muy sutil, los sabores típicos de este cartagenero café y muy suave de licor que la hace ampa para todos los públicos. También hubo quien pidió la tarta de la abuela, pero creo que los del asiático acertamos. No hay color. Cerramos la velada con los cafés y una breve sobremesa pues el día de sol, playa y barco nos habían dejado semi-cao. A la hora de pagar me pareció incluso un poco barato, cosa que choca con los comentarios que los usuarios hacen en tripadvisor. De hecho, allí recomiendan comprobar que los precios de la cuenta coincidan con los marcados en la carta. Cosa que procedí a hacer al escribir esta crónica y tenían razón, aunque esta vez a nuestro favor pues se olvidaron de cobrarnos el pulpo, cosa que en cierta medida compensaron al cobrarnos 6 euros en un café con nata. Si, seis euros que entiendo que fue otro error. Restaurante El Pulpito. Puerto Tomás Maestre (Club Naútico). 30380 La Manga del Mar Menor. Tlf. 968142801.