El puñetazo del Papa

Publicado el 17 enero 2015 por Cronicasbarbaras

Ser tan espontáneo hace atractivo en todo el mundo al Papa Francisco, pero a veces desconcierta, como cuando sin justificar ningún asesinato en nombre de una religión, dice entender la ira de quienes se sienten heridos por los que la insultan. 

En el avión que lo llevaba este jueves a Filipinas bromeó: “Si mi querido amigo el doctor Gasbarri (miembro de su séquito, al que miraba sonriente), ofendiera a mi madre, esperaría un puñetazo. De la misma manera no se puede desafiar, ofender o ridiculizar la fe de otros”. 

En esta frase, tan humana, se detecta el origen italoamericano de Jorge Mario Bergoglio, que acaba de cumplir 78 años, la mayor parte de los cuales los vivió en Argentina, donde una madre es lo más sagrado, y para los católicos casi como la Virgen María. 

Un papa andaluz nunca diría algo así, y menos si fuera de Cádiz. Seamos delicados: allí, mucha gente se defeca en su propia madre a la que califica de meretriz como expresión que no se sabe cómo ha ido apoderándose del lenguaje popular. 

Lo mismo se dice de la Virgen y del propio Dios, especialmente cuando un costalero pisa a otro bajo un paso de Semana Santa. 

Un puñetazo, que no es el cristiano poner la otra mejilla, o un abrazo por igual agravio, demuestra la diferente respuesta cultural ante lo más venerado. 

Pero la apelación a la violencia para responder a los ultrajes señala indirectamente que serían comprensibles acciones más agresivas en gentes de mayor emotividad. 

El Papa condenó el asesinato la semana pasada de 17 personas en Paris por islamistas para vengar “los insultos al Profeta”, pero proponer la violencia, aunque sea en pequeña escala, quizás no sea su mejor magisterio.

-----

SALAS