El punk chino, entre retro y futurista, desafía a la censura

Publicado el 18 septiembre 2024 por Johnny Zuri @johnnyzuri

El punk chino: la fusión entre lo retro y lo futurista que desafía a la censura

¿Quién dijo que el punk solo podía gritar desde Londres o Nueva York? El eco de las guitarras distorsionadas y las voces rebeldes ha llegado a los rincones más insospechados, y China no ha sido la excepción. Desde las primeras olas sonoras que se colaron entre grietas post-maoístas, el punk chino ha emergido como una extraña criatura: una mezcla de lo retro y lo futurista, de la tradición y la modernidad, todo ello dentro de un entorno donde el mero acto de desafiar tiene consecuencias. Aquí, las guitarras se convierten en armas de resistencia cultural, y las letras, aunque muchas veces veladas por la censura, siguen lanzando un mensaje claro: la juventud china quiere hablar y lo hará, aunque sea entre líneas.

Chengdu: donde el McDonald’s se convierte en una catedral punk

Sí, has leído bien. Mientras en el imaginario occidental un McDonald’s es simplemente un símbolo del capitalismo más rutinario, en Chengdu, los jóvenes lo han transformado en un espacio subversivo donde el punk grita su descontento. Esta apropiación es un acto casi poético: lo comercial y lo occidental, representado por el icónico restaurante de hamburguesas, ahora se convierte en un bastión para una escena que nunca se pensó vería la luz en un país como China.

La escena musical de Chengdu no se detiene solo en el punk, también florecen géneros electrónicos y el avant-pop, donde artistas como Louzhang ofrecen una visión fresca del “futurismo oriental”. En sus manos, la tecnología moderna y los cantos étnicos ancestrales se funden en una narrativa que explora la complejidad de la identidad china. ¿Quién hubiera dicho que lo vintage y lo futurista podrían unirse tan perfectamente?

Un grito desde Wuhan: la ciudad que dio forma al punk chino

Si hay una ciudad que merece ser llamada el corazón del punk chino, esa es Wuhan. No es casualidad que esta urbe sea conocida tanto por su vibrante escena underground como por su papel clave en el desarrollo de la música contracultural en el país. Wuhan ha sido el hogar de bandas legendarias como SMZB, quienes en su búsqueda por fusionar lo local y lo global, lograron crear un sonido único que, aunque lleno de influencias occidentales, siempre se mantuvo fiel a sus raíces chinas.

SMZB, junto con otras bandas pioneras como Brain Failure y Under Baby, desafiaron las reglas de lo que se entendía como música en China, usando sus letras para hacer críticas veladas a un sistema donde la libertad de expresión es un lujo que pocos pueden permitirse. Pero lo hicieron, a su manera, con sutileza y astucia, sabiendo que cada acorde y cada palabra contaba más de lo que el público superficial podría entender.

La sombra de la censura: el enemigo número uno del punk chino

Desde el primer momento en que el punk comenzó a resonar en las calles de Pekín y Wuhan, su enemigo principal no fue la falta de público, ni las dificultades económicas, sino la censura. El gobierno, especialmente después de los eventos de 1989, ha mantenido un férreo control sobre cualquier forma de expresión que pudiera desafiar la narrativa oficial. El punk, por naturaleza, es un estilo de música que cuestiona todo, y en China, eso es un riesgo.

Pero, como cualquier buen punk, las bandas chinas aprendieron a adaptarse. Utilizaron metáforas, combinaciones de mandarín e inglés, y otros recursos para decir lo que querían decir sin hacerlo tan obvio. Under Baby, Brain Failure, P.K.14… Todas estas bandas entendieron que, si querían sobrevivir, debían ser más inteligentes que sus censores. Y así, lograron crear una subcultura que, a pesar de los intentos por sofocarla, sigue viva.

El choque cultural: cuando la IA y el punk se encuentran en Chengdu

Es curioso pensar cómo, en un país que se enfrenta a la rápida modernización tecnológica, las bandas de punk y otros géneros subversivos han comenzado a incorporar temas como la inteligencia artificial en su música. Stolen, una banda de Chengdu, lo ha hecho con notable éxito, explorando en sus canciones la idea de un choque de civilizaciones provocado por la IA. Esta narrativa futurista, donde el avance tecnológico juega tanto el papel de salvador como de destructor, refleja las ansiedades contemporáneas que muchos jóvenes chinos sienten ante un futuro que parece estar escrito por algoritmos.

Un futuro incierto, pero resistente

El punk en China sigue siendo una subcultura pequeña y desafiante, pero ha ganado visibilidad gracias a plataformas como el programa de televisión “The Big Band”, que ha llevado el rock independiente a una audiencia mucho mayor. Sin embargo, el futuro del programa, y del punk en general, es incierto, sobre todo en un contexto donde las presiones para incluir “energía positiva” en la música se intensifican. Pero si algo ha demostrado el punk chino es su capacidad para adaptarse y resistir, ya sea en los oscuros clubes de Wuhan o en un McDonald’s de Chengdu.

La escena musical china, especialmente en ciudades como Chengdu, refleja esa tensión constante entre tradición y modernidad, entre lo retro y lo futurista, y sigue desafiando las normas establecidas, incluso si tiene que hacerlo de manera velada. ¿Qué depara el futuro para el punk chino? Solo el tiempo lo dirá, pero lo que está claro es que la juventud china no dejará de levantar su voz, aunque sea entre susurros.