A finales de los años 1960 una parte de los jóvenes de Inglaterra y Estados Unidos consideraban que el rock había pasado de ser un medio de expresión para los jóvenes, a una mera herramienta de mercado y alejado la música de la gente común. Es decir; había perdido su autenticidad a favor de las fórmulas comerciales que comenzaban a dirigir el mercado y a domesticar a las estrellas. Las tribus urbanas de mods y rockers comenzaban a perder fuerza como referentes juveniles por cansancio, aburrimiento y falta de renovación musical.
Bajo esa nueva visión surgió el punk como una burla y un desprecio hacia los convencionalismos que portaban ciertas formas de opresión social y cultural hacia la juventud.
El punk era una forma de transgresión, una liberación de los estigmas y las obligaciones sociales, una confrontación directa con lo establecido, ofendiendo y molestando lo más posible al buen gusto, la moral y la tradición.
Punk en USA. The Ramones
The Ramones se presentaban a sí mismos como una banda de rock sin pretensiones. Hicieron composiciones sencillas, de formatos cortos y pocas concesiones a mezclas, sus letras trataban de la discriminación de los jóvenes, de la anti-moda, del descontento con el sistema y de las drogas. Con su estilo rápido y directo convirtió el rock and roll más tradicional con una potente conjunto de diferentes sonidos como el pop, el surf, el bubblegum o el rock en tres acordes y pegadizas melodías.
El punk, a pesar de llegar como la anti-moda, también llegó con sus propios looks. En un primer momento portaban jeans de colores claros muy ajustados y rotos, botas camperas de cuero, al estilo de la última etapa de Elvis en Las Vegas, y gafas oscuras, en una clara herencia rocker. Como elementos algunos grupos como los Dead Boys usaban esvásticas y otra simbología nazi con el único objeto de llamar la atención y ofender.
Poco a poco se fueron incorporando peinados especiales y coloristas tipo Mohaw (mohicano), ropa colorida, estampados escoceses y las reconocibles cadenas, alfileres de gancho y candados, y también accesorios sadomasoquistas.
Malcom McLaren y Sex Pistols
Junto a su esposa, la diseñadora Vivienne Westwood, fundaron la tienda de ropa SEX, centro neurálgico de la moda punk británica En ella aparecía como dependiente una joven llamada Chrissie (posterior cantante de la banda post punk The Pretenders), aunque fue despedida al poco por un altercado con un cliente.
En 1974 fue agente del grupo punk New York Dolls, pero lo que le llevó a la fama fue su importante papel en la formación del grupo Sex Pistols, con quienes mantuvo que tuvo una corta pero intensa carrera, antes de llevar a grupos como Adam Ant o Bow Wow Wow.
Había lanzado un movimiento social de largo recorrido, el punk, aparte de desmitificar el negocio musical con una película lúcida, El gran timo del rock and roll, donde Sid Vicious contaba una versión del My Way de Frank Sinatra pistola en mano y disparando al público, de forma animosa y despectiva.
De nuevo unos códigos impactantes y reconocibles, moda, música y cine juntos para crear la mayor explosión que nunca vio la música rock. Porque después, ya nada volvió a ser como antes.
Y las drogas fueron haciendo mella en las bandas juveniles y en el espíritu de barrio, haciendo sucumbir las relaciones entre sus miembros y el papel del líder. La heroína, y también la cocaína, iban abriendo heridas entre los miembros de bandas de rock, pasando de ocupar el papel del espíritu de libertad de los 60 a ser la gran plaga de los 70, y una de las principales causas de disolución de grupos, y de extinción de rockeros.
Extracto del libro: Rock Marketing (más info)
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