Responsables, eso es lo que tiene que haber. Al igual que en otros aspectos políticos, sociales y en estos sanitarios, hay momentos en los que pedir responsables es el consuelo del tonto, no podemos pasar por alto la gravedad de lo que ocurre en la Comunidad de Madrid.
Cierto es, que el tráfico de personas vía aérea, marítima y terrestre añaden una dificultad tremenda al control de posibles focos y personas potencialmente peligrosas por su proveniencia de lugares con grandes riesgos de contagio, pero lo que no vamos a negar a estas alturas y con la certeza que nos ocupa, que la gestión de la repatriación de un contagiado a España es un signo muy grave de incompetencia política y de puesta en alerta y grave peligro a los ciudadanos de España porque a un señor con un grado de incompetencia del 100% se le antoja de motu propio traer a morir a un ciudadano español no sin antes dejar la cepa mortal en el país del primer presidente de gobierno en poner en riesgo a su país -lástima que Rajoy y Mato no estuviesen recibiendo al cura con abrazos a su llegada a España-.
Muchos de los que lean este artículo podrán tacharme de insolidario o mala persona, pero creo que mayor insolidaridad y mayor mala persona es alguien que por una persona casi terminal, pone en jaque y a una exposición mortal a millones de ciudadanos, sea como sea, no cambiará mi manera de pensar.
Mientras, seguimos esperando la comparecencia de la Ministra de Sanidad y esperemos que su dimisión, también esperamos la del presidente de Gobierno que trajo al potencial caso a España y que casi con toda seguridad contagió a la primera persona en Europa.
A puesto a una Comunidad Autónoma en estado de pánico, ha puesto a España como una de las mayores potencias de contagio de ébola, ha dejado a España una vez más en ridículo por la gestión esta vez de temas sanitarios, y esperemos que las informaciones de baja posibilidad de contagio sean ciertas.
Lo que está claro es una cosa, y es que "el que con ébola se acuesta..."