Como me gusta mucho analizar el comportamiento humano y la psicología, me puse a analizar esta idea y me pareció interesante hablarlo aquí desde el punto de vista del escritor, al fin y al cabo, es un emisor dando un mensaje a uno o varios receptores, pero qué difícil es, a veces, hacerse entender. Me ha ocurrido, en ocasiones, y supongo que a todo el mundo, que hemos dicho algo y se nos ha malinterpretado. A menudo pasa también en blogs o redes sociales. A veces escribimos una frase en Twitter y cada persona saca una interpretación, que no se ajusta con lo que queríamos decir. ¿De quién es la culpa, de quién escribe o del que lee?, pues supongo que un poco de cada uno y dependiendo del que escriba del que lea.
Los escritores tenemos la labor de escribir historias y hacernos entender de alguna manera. Una cosa es que cada uno saque sus propias conclusiones del texto (algo que me parece muy enriquecedor) y otra que no se entienda nuestro discurso.
Cuando empezamos a escribir, es muy posible que no se entienda todo lo que escribimos porque en ocasiones damos por hecho que los demás entenderán cierta información que a veces solo está en nuestras cabezas. A mí eso me pasaba mucho al principio (ahora también a veces) que escribía sobre un personaje y daba por hecho que actuaba de tal forma porque era su personalidad, la cual no había explicado a lo mejor a los lectores.
Creo que la mejor manera de corregir este error es dándoselo a lectores objetivos, que nos van a señalar qué se entiende y qué no.
De todos modos y volviendo a la imagen, creo que hay personas qué, digamos lo que digamos entenderán lo que quieran entender y contra eso no podemos hacer nada. Supongo que va en formas de ver la vida, pero como en todo no podemos gustar a todo el mundo como tampoco podemos hacernos entender por todos. Un discurso coherente, explicaciones exactas y concretas y pasar los textos por el filtro objetivo de un lector son las claves para hacernos entender todo lo posible.
Nota: El título es el nombre de una canción de Mago de Oz, que me encanta y que le viene al pelo a esta entrada, aunque en realidad juegue con la palabra "entender" por otros motivos.