Kathryn Bigelow parece realmente encaminada en un nuevo proyecto cinematográfico, a juzgar por la premura con que la prensa norteamericana actualiza los datos del elenco encabezado por John ‘La guerra de las galaxias‘ Boyega, Anthony ‘Los vengadores‘ Mackie, Hannah ‘Game of thrones‘ Murray y la adquisición más reciente, John ‘The Office‘ Krasinski. Si a este indicio mediático le sumamos las fotos de un presunto decorado que el Detroit Metro Times publicó en agosto, vale entonces imaginar que la directora de Vivir al límite y La noche más oscura recuperó la inspiración y/o determinación que -da la sensación- perdió en los últimos cuatro años.
La película en marcha todavía no tiene título pero, según el comunicado que Entertainment Weekly, Variety, The Wrap y otros medios especializados difundieron en enero, se trata de una ficción inspirada en la revuelta que la comunidad negra de Detroit protagonizó entre el 23 y 28 de julio de 1967. Antes de escribir el guión, el socio autoral de Bigelow, Mark Boal, estudió durante “más de un año” el levantamiento histórico y el “racisimo sistemático” que rige en esa ciudad estadounidense.
La gacetilla también adelantó la intención de estrenar el largometraje a mediados de 2017, justo para el 50° aniversario del levantamiento que dejó un saldo de 43 muertos, más de 1100 heridos, 7200 detenidos y dos mil edificios quemados. Con este objetivo en mente, Bigelow empezó a filmar a fines de julio en Massachusetts, según el sitio OLV. Las fotos publicadas por DMT sugieren que el equipo técnico se trasladó luego a Detroit.
En el transcurso de 2014, la prensa le atribuyó a la cineasta dos proyectos que quedaron truncos. En mayo, fue la adaptación de The true American, libro que reconstruye la relación entre el perpetrador de un ataque islamófobo y una de sus víctimas en un contexto inmediatamente posterior al atentado a las Torres Gemelas. El mes siguiente, fue la ocurrencia de contar otro hecho real: el polémico rescate del sargento Bowe Bergdahl, tras cinco años de cautiverio en Afganistán.
Por esa misma época Bigelow y Boal se bajaron del proyecto titulado Triple frontera. La directora y el guionista alegaron desajustes de producción para justificar la decisión que tomaron después de cuatro años de acuerdos y desacuerdos. En cambio, a algunos argentinos nos gusta pensar que cedieron ante el boycott que el actor Juan Palomino organizó y el escritor José Pablo Feinmann respaldó contra una película en principio concebida para criminalizar la zona limítrofe entre nuestro país, Brasil y Paraguay, y así servir a ciertos intereses económicos y geopolíticos.